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Texto Xavier Manteca Profesor de Biología Celular, Fisiología e Inmunología. Universitat Autònoma de Barcelona
© Guido Manuilo
© Antonio Lajusticia
El debate sobre el bienestar de los animales incluye aspectos científicos, éticos, económicos, legales y culturales. Debemos ser capaces de abordar estas cuestiones con una mentalidadabierta.
En 1964 se publicó en el Reino Unido un libro titulado Animal Machines. Su autora, Ruth Harrison, criticaba las granjas intensivas de producción de carne y huevos en las que, según decía, los animales permanecían hacinados y en unas condiciones que impedían su comportamiento natural, lo que les causaba sufrimiento. Ruth Harrison opinaba que los sistemas de producción ganadera que causabansufrimiento a los animales no eran aceptables por razones éticas. A raíz de la publicación del libro, el Gobierno británico creó un comité –el Comité Brambell– cuyo informe serviría de base a las leyes de protección animal que se promulgaron desde entonces en Gran Bretaña. En concreto, el comité propuso el denominado “principio de las cinco libertades” como guía para garantizar las condicionesmínimas de bienestar de los animales. Este principio fue modificado en 1992 y se convirtió a partir de entonces en una de las definiciones más comúnmente aceptadas de bienestar animal. Según dicha definición, garantizar el bienestar de los animales supone (1) asegurar una alimentación adecuada, (2) asegurar un buen estado de salud, (3) evitar la incomodidad física y térmica, (4) evitar el dolor, elestrés prolongado y el miedo, y (5) permitir que los animales puedan mostrar su comportamiento natural.
La preocupación por el posible sufrimiento de los animales de granja no ha sido exclusiva de ningún país. La Unión Europea, por ejemplo, ha aprobado varias directivas que establecen las normas mínimas para la protección de los animales de abasto durante su transporte y sacrificio, así comopara la protección de cerdos, aves y terneros en granjas intensivas. Igualmente, Australia, Nueva Zelanda y varios países de América tienen leyes de protección de los animales de granja. Otros organismos internacionales además de la Unión Europea –entre ellos la FAO, que es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura– han elaborado recomendaciones sobre estacuestión.
Sea como fuere, el ejemplo de Gran Bretaña que hemos citado al inicio del artículo ilustra un hecho que es aplicable a cualquier otro país: la preocupación por el bienestar de los animales de granja es el resultado, por una parte, de la suposición de que los animales pueden sufrir y, por otra, de la convicción de que no es éticamente aceptable causarles sufrimiento, al menos sin unarazón que lo justifique. Es importante insistir en el hecho de que las personas que son partidarias de medidas que garanticen el bienestar de los animales de granja no están en contra de la ganadería ni del consumo de alimentos de origen animal. Por el contrario, lo que pretenden es que la forma en que se crían, transportan y sacrifican los animales de granja garantice que estos no sufran.
Si bien el origen del debate es de naturaleza ética, existen otros argumentos que, sin ser de tipo ético, aconsejan actuar de forma que se garantice el bienestar de los animales. Uno de estos argumentos, probablemente el más claro, es económico: a menudo garantizar este bienestar permite evitar pérdidas económicas o incluso aumentar los beneficios derivados de la actividad ganadera. El mejorejemplo de la relación entre bienestar de los animales y beneficios económicos es el transporte desde las granjas de producción hasta los mataderos. En efecto, el transporte es especialmente delicado para los animales, puesto que en el espacio de unas horas se enfrentan a varias situaciones que perciben como una amenaza potencial. Estas situaciones incluyen, entre otras, la novedad que supone el...
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