Caso Enron
Oh, friend! Could you and I with fate conspire To grasp this sorry scheme of things entire. Would not we shatter it to bits--and then Re-mould it nearerto the heart's desire!
Omar Khayyám: The Rubáiyát
El “escándalo Enron” y la “desgracia de Arthur Andersen” han acaparado la literatura contable desde hace algunos años. Pero dado que he vividomás de cerca esos problemas que la mayoría de los europeos –y no sólo geográficamente sino también emocionalmente, dado que fui titular de la cátedra Arthur Andersen en la Universidad deBritish Columbia durante los ocho años anteriores a mi jubilación en 1987-- permítanme expresarles brevemente mi propio punto de vista sobre este asunto. Posteriormente, les expondré (en unapresentación separada), extractos de un artículo sobre un asunto relacionado de un eminente estudioso y profesional de la contabilidad que incluso anteriormente fue socio de Arthur Andersen Co. Es el mejorartículo que he encontrado sobre este asunto, y explica cómo los public accountants (i.e. auditores y consultores contables) han podido alejarse tanto de sus posiciones anteriormente nobles y éticas. Meestoy refiriendo a Arthur R. Wyatt y a su reciente artículo “Accounting Professionalism—They Just Don’t Get It” (Profesionalidad contable-Ellos no la tienen) (Accounting Horizon, marzo de 2004).Estos extractos se los presento con el permiso expreso de Arthur Wyatt.
Largay (2002: 153), el anterior editor de Accounting Horizon (y también titular de una cátedra Arthur Andersen) definió el casoEnron como un “asunto que supuso un punto de inflexión” que puede resultar “altamente instructivo”. Aunque significó la pérdida de reputación de la profesión contable, puso de manifiesto ante elpúblico en general cuán importante es actualmente la contabilidad, la contabilidad honesta.
1 My thanks go to the editor of the Accounting Horizon, Professor James Largay, and some anonymous...
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