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LIBRO PRIMERO
TITULO XIV
DE LAS LEYES, DE LAS CONSTITUCIONES
DE LOS PRÍNCIPES, Y DE LOS EDICTOS.
1. El emperador CONSTANTINO, Augusto, a BASSO, Prefecto de la ciudad. – Solamente a nosotros nos corresponde y es lícito examinar la interpretación interpuesta entre la equidad y el derecho.
4. Los mismos Augustos a VOLUSIANO, prefecto de Pretorio. – Es manifestacióndigna de la majestad del que reina, que el príncipe se confiese obligado por las leyes; en tanto, que de la autoridad del derecho depende nuestra autoridad. Y en verdad que más grande que el imperio es someter el principado a las leyes; y por el oráculo del presente edicto indicamos lo que no consentimos sea lícito a nosotros mismos
5. Los mismos Augustos a FLORENCIO, Prefecto del Pretorio. – Nohay duda de que obra contra la ley, el que atenido a las palabras de la ley se esfuerza contra la voluntad de la ley. Y no evitará las penas insertas en las leyes, el que fraudulentamente se excusa contra la disposición del derecho por violenta prerrogativa de las palabras.(...) Lo cual mandamos que en general sea aplicable también a todas las interpretaciones de las leyes, tanto antiguas comonuevas, de manera que baste al legislador tan solo haber prohibido lo que no quiere que se haga, y sea lícito colegir de la voluntad de la ley lo demás como si estuviera expreso, esto es, que si se hubiere hecho lo que por la ley se prohibe hacer, no solo se tenga por inútil, sino también por no hecho, aún cuando el legislador solamente hubiere prohibido que se haga, y no hubiere dichoespecialmente, que deba ser inútil lo que se hizo.(...)
6. Los mismos Augustos a FLORENCIO, Prefecto del Pretorio. - No queremos que lo que se estableció a favor de algunos, se considere introducido en ciertos casos para lesión de los mismos.
7. Los mismos Augustos a CIRO, Prefecto del Pretorio y cónsul designado. – Es cierto que las leyes y las constituciones dan forma para los negocios futuros, y queno se retrotraen a los hechos pasados, a menos que expresamente se haya determinado, tanto respecto del tiempo pasado, como de los negocios todavía pendientes.
9. Los emperadores VALENTINIANO Y MARCIANO, Augustos, a PALADIO, Prefecto del Pretorio. – Por todos deben ser conocidas las sacrantísimas leyes, que refrenan la vida de cada uno, a fin de que todos, conocido más claramente lo preceptuado enellas, o se abstengan de lo prohibido, o hagan lo que permiten. Y si acaso algo se hubiese expresado con obscuridad en las mismas leyes, conviene que esto sea aclarado por interpretación del emperador, y que se enmiende la dureza de las leyes incongruente con nuestra humanidad.
Epítome de la constitución griega de León y de Antemio, tomado de las Basílicas
10. Ríjanse todos por las leyes,aún cuando pertenezcan a la divina casa.
11. Los emperadores LEÓN y ZENÖN, Augustos. – Cuando surja alguna duda sobre un derecho nuevo, no establecido todavía por inveterada costumbre, es necesaria tanto la recomendación del juzgador, cuanto la autoridad de la decisión del príncipe.
12. El emperador JUSTINIANO, Augusto, a DEMÓSTENES, Prefecto del Pretorio. – Si la majestad imperial hubiereexaminado en calidad de juez una causa, y pronunciado sentencia constituida las partes en su presencia, sepan absolutamente todos los jueces, que bajo nuestra jurisdicción, que es ley no solo para la causa para que fué proferida, sino además para todas las análogas. Porque ¿qué cosa hay mayor, qué más santa, que la majestad imperial? o ¿quién está lleno de tanta soberbia, que menosprecie el pensamientodel príncipe, cuando también los autores del antiguo derecho manifiestan clara y terminantemente, que tienen fuerza de ley las constituciones que emanaron de decreto imperial?
§ 1. – (...) Y declaramos que toda interpretación de las leyes hecha por el emperador, ya sea sobre súplicas, ya sea en juicios, ya de cualquier otro modo, sea considerada válida e indubitada. Porque si al presente solo...
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