Cerebros en una cubeta
Parte I
1. CEREBROS EN UNA CUBETA
Una hormiga se arrastra lentamente sobre la arena. Conforme avanza va trazando en ésta una línea. Por puro azar, la línea se desvía y vuelve sobre sí misma, de tal forma que acaba pareciendo una reconocible caricatura de Winston Churchill. ¿Ha trazado la hormiga un retrato de WinstonChurchill, un dibujo que representa a Churchill?
La mayoría de la gente, tras reflexionar un poco, contestaría que no. Después de todo, la hormiga nunca ha visto a Churchill, ni siquiera un retrato suyo, ni tampoco tenía intención de representarlo. Simplemente trazó una línea (y ni siquiera este acto fue intencional), línea que nosotros podemos ver como un retrato de Winston Churchill.
Podemosexpresar esto afirmando que la línea no representa[i] por sí misma. La semejanza (de una especie muy complicada) con las facciones de Winston Churchill no es condición suficiente para que algo represente o se refiera a Churchill. Tampoco es condición necesaria: en nuestra comunidad, la forma impresa «Winston Churchill», las palabras «Winston Churchill», en tanto que pronunciadas, y muchas otrascosas, se usan para representar a Churchill (aunque no pictóricamente), si bien no tienen el tipo de semejanza con Churchill que sí tiene un retrato —o incluso un dibujo esquemático. Si la semejanza no es condición necesaria ni suficiente para que alguna cosa represente a otra, ¿cómo demonios puede una cosa representar (o estar en un lugar de, etc.) otra diferente?
La respuesta puede parecer fácil.Supongamos que la hormiga ha visto a Winston Churchill, y supongamos que tiene la inteligencia y la habilidad suficientes para dibujar un retrato suyo. Supongamos que ha elaborado la caricatura intencionalmente. Entonces la línea habría representado a Churchill.
Por otra parte, supongamos que la línea tiene la forma WINSTON CHURCHILL, y que este hecho es un mero accidente (pasando por altoque es bastante improbable). Entonces los «caracteres impresos» WINSTON CHURCHILL no habrían representado a Winston Churchill, a pesar de que sí lo hacen cuando aparecen hoy en casi todos los libros.
De forma que puede antojársenos que lo que se necesita para la representación, o lo que se necesita principalmente para la representación, es la intención.
Pero para tener la intención de quealgo, siquiera el lenguaje privado (incluso las palabras «Winston Churchill» repetidas mentalmente y no oídas) represente a Churchill, debo ser capaz de pensar en Churchill, para empezar. Si las líneas en la arena, los ruidos, etc., no pueden representar nada «en sí mismos», entonces ¿cómo es que pueden hacerlo las formas del pensamiento? ¿Cómo puede el pensamiento alcanzar y «aprehender» lo que esexterno?
Algunos filósofos han dado un salto desde estas reflexiones hasta lo que ellos consideran como una prueba de la naturaleza esencialmente no-física de la mente. El argumento es simple; lo que dijimos acerca de la curva de la hormiga también se aplica a cualquier objetó físico. Ningún objeto físico tiene por sí mismo la capacidad de referirse a una cosa más bien que a otra; no obstante,es obvio que los pensamientos de la mente sí lo logran. De modo que los pensamientos (y por ende, la mente) poseen una naturaleza esencialmente distinta de la de los objetos físicos. Tienen la característica distintiva de la intencionalidad —pueden referirse a otras cosas; ningún objeto físico tiene «intencionalidad», salvo la intencionalidad que se deriva de su uso por parte de una mente. O esose pretende. Pero esto es ir demasiado deprisa; postular misteriosos poderes mentales no resuelve nada. A pesar de todo el problema es real. ¿Cómo es posible la intencionalidad? ¿Cómo es posible la referencia?
TEORÍAS MÁGICAS DE LA REFERENCIA
Hemos visto que el «dibujo» trazado por la hormiga no tiene conexión necesaria con Winston Churchill. El mero hecho de que el dibujo mantenga cierta...
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