Cisne Negro
Nuestro cerebro está hecho para ver más orden
del que realmente hay. Y aunque esto pudo ser de
mucha ayuda en las circunstancias dentro de las
que vivieron nuestros más remotos antepasados,
no nos sirve de mayor cosa a la hora de predecir,
por ejemplo, una drástica caída de los precios
accionarios.
Estamos programados para crear historias
simples sobre fenómenos muycomplejos y
variados; de modo que siempre terminamos
falseando la realidad. El resultado de esto es que
perdemos control de la realidad y nos volvemos
incapaces para predecir cualquier anomalía
estadística.
En este texto, el autor presenta su teoría de los
cisnes negros para ilustrar el modo en que la
mayoría de nosotros cae en la trampa de pasar por
alto las anomalías con el fin de uniformarcualquier
modelo mental o teoría. Entre los temas tratados
están: la falacia narrativa, pronósticos falsos y
cómo entablar amistad con los cisnes negros.
Título Original: The Black Swan: The Impact of the Highly
Improbable
©2007, Taleb, Nassim
Traductor: Filella Escolà, Roc
Editorial: Ediciones Paidós Ibérica S.A.
ISBN: 9788449321894
Corregido: Silicon, 02/12/2010
PRÓLOGO
Delplumaje de las aves
Antes del descubrimiento de Australia, las personas del Viejo
Mundo estaban convencidas de que todos los cisnes eran
blancos, una creencia irrefutable pues parecía que las pruebas
empíricas la confirmaban en su totalidad. La visión del primer
cisne negro pudo ser una sorpresa interesante para unos pocos
ornitólogos (y otras personas con mucho interés por el color de
lasaves), pero la importancia de la historia no radica aquí. Este
hecho ilustra una grave limitación de nuestro aprendizaje a partir
de la observación o la experiencia, y la fragilidad de nuestro
conocimiento. Una sola observación puede invalidar una
afirmación generalizada derivada de milenios de visiones
confirmatorias de millones de cisnes blancos. Todo lo que se
necesita es una sola (y, porlo que me dicen, fea) ave negra.1
Doy un paso adelante, dejando atrás esta cuestión lógicofilosófica, para entrar en la realidad empírica, la cual me
obsesiona desde niño. Lo que aquí llamamos un Cisne Negro
obsesiona desde niño. Lo que aquí llamamos un Cisne Negro
(así, en mayúsculas) es un suceso con los tres atributos que
siguen.
Primero, es una rareza, pues habita fuera del reino delas
expectativas normales, porque nada del pasado puede apuntar
de forma convincente a su posibilidad. Segundo, produce un
impacto tremendo. Tercero, pese a su condición de rareza, la
naturaleza humana hace que inventemos explicaciones de su
existencia después del hecho, con lo que se hace explicable y
predecible.
Me detengo y resumo el terceto: rareza, impacto extremo y
predictibilidadretrospectiva (aunque no prospectiva).2 Una
pequeña cantidad de Cisnes Negros explica casi todo lo
concerniente a nuestro mundo, desde el éxito de las ideas y las
religiones hasta la dinámica de los acontecimientos históricos y
los elementos de nuestra propia vida personal. Desde que
abandonamos el Pleistoceno, hace unos diez milenios, el efecto
de estos Cisnes Negros ha ido en aumento. Empezó aincrementarse durante la Revolución industrial, a medida que el
mundo se hacía más complicado, mientras que los sucesos
corrientes, aquellos que estudiamos, de los que hablamos y que
intentamos predecir por la lectura de la prensa, se han hecho
cada vez más intrascendentes.
Imaginemos simplemente qué poco de nuestra comprensión
del mundo en las vísperas de los sucesos de 1914 nos habríaayudado a adivinar lo que iba a suceder a continuación. (No vale
engañarse echando mano de las repetidas explicaciones que el
aburrido profesor del instituto nos metió a machamartillo en la
cabeza.) ¿Y del ascenso de Hitler y la posterior guerra? ¿Y de la
precipitada desaparición del bloque soviético? ¿Y de la
aparición del fundamentalismo islámico? ¿Y la difusión de
Internet? ¿Y de la...
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