Comentario Literario
En este cuento, concebido desde el punto de vista de un solo personaje, el autor nos lleva únicamente a donde va Macario y sólo nos permite saber lo que Macario piensa y siente. El cuento, publicado a mediados de los años cuarenta [5], muestra la gran preocupación de Rulfo por los seres humanos víctimas de la desgracia, y cómo Rulfo logra transmitir esa preocupaciónconvertida en creación literaria. Los pensamientos desordenados de Macario, fruto de una mentalidad anormal, surgen en una profusión incontrolable. Encontramos a Macario sentado en una alcantarilla cerca de su casa, esperando para matar cualquier rana que se aventurara a salir de la alcantarilla. Su madrina, cuyo sueño se había visto interrumpido la noche anterior por ruidosas ranas, y que ahoradeseaba dormir, lo había enviado allí. Un sinfín de pensamientos confusos suceden en la mente perturbada de Macario, revelando su personalidad sicopática. Perseguido por el temor de irse al infierno, Macario tiene, además, obsesión por la comida. Está agradecido a su madrina por el alimento que le proporciona, pero muestra aún más afecto hacia Felipa, la criada, quien satisface su sensualidad. Otramanía que le persigue es la de golpearse la cabeza contra los pilares y contra el suelo. Si no se le han atado previamente las manos, no deja que cicatricen las heridas sufridas a manos de aquellos que se divertían apedreándole, y se las abre de nuevo. Mata a las cucarachas en su habitación, pero no a los grillos.
Esta información se proporciona en repeticiones sucesivas del tipoapropiado a una mente desequilibrada. Así el lector casi desde el principio se entera de su deseo insaciable de la comida: «yo siempre tengo hambre y no me lleno nunca» (p. 10) —aseveración que luego reitera—, «mi madrina... sabe lo entrado en ganas de comer que estoy siempre. Ella sabe que no se me acaba el hambre» (p. 14). Mientras tanto corren sus pensamientos de estar en la iglesia, a acusacionesde que ha ahorcado a alguien, a experiencias sensuales con Felipa, a una manía por golpearse la cabeza, a matar las cucarachas (perdonando los grillos) y a su temor del infierno. Esparcida sobre varias partes del monólogo es una narración de las cosas que ha comido o bebido: su porción de comida y a veces la de Felipa, leche de cabra, leche de cerda, flores de obelisco, leche de los senos deFelipa, arrayanes, granadas, garbanzo y maíz destinado a los cerdos.
No hay divisiones de párrafo en parte alguna. Los pensamientos vagantes de Macario constituyen la historia misma, el éxito de la cual se encuentra en el hecho de que la cohesión artística se logra a la vez que la incoherencia de Macario se transmite, incoherencia que ilumina las profundidades mismas del alma. Larepetición difusa contribuye a la percepción de caos mental. En varios momentos Macario nos cuenta su afecto por Felipa (pp. 9, 10, 11), y también nos menciona aquellos que quisieran apedrearle a toda oportunidad (pp. 10, 12, 13-14). La condición de su mente se refleja cuidadosamente a través de una asociación extraña de ideas. Las ranas son verdes y los sapos negros. Los ojos de su madrina son negros ylos de Felipa verdes, como un gato. La leche de Felipa tiene el sabor de las flores de obelisco. La sangre de sus heridas también tiene un sabor agradable, pero no se parece al sabor de la leche de Felipa. Golpearse la cabeza contra el suelo suena como un tambor, el tambor que acompaña a la chirimía en las procesiones religiosas. Inmediatamente está amarrado a su madrina en la iglesia y oye elcompás del tambor; su madrina dice que si hay chinches y cucarachas y alacranes en su cuarto es porque está destinado a arder en el infierno si sigue con su manía de golpearse la cabeza contra el suelo. Lo que él desea oír es el tambor, como si estuviese en la iglesia, y en la iglesia puede sentir un golpeo sobre la voz del cura: «El camino de las cosas buenas está lleno de luz. El camino de las...
Regístrate para leer el documento completo.