Confucio
UNIVERSIDAD DE PIURA | 313 |
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Piura, Junio de 2009 | |
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| LACAPELLANÍAINFORMA |
Confucio
Hablando de las grandes religiones del Extremo Oriente, ha escrito Juan Pablo II en Cruzando el umbral de la esperanza: las grandes religiones del Extremo Oriente, “según la presentación que hace de ellas el Concilioposeen carácter de sistema. Son sistemas cultuales y, al mismo tiempo, sistemas éticos, con un notable énfasis en lo que es el bien y en lo que es el mal. A ellas pertenecen ciertamente tanto el confucionismo chino como el taoísmo; Tao quiere decir verdad eterna -algo semejante al Verbo cristiano, que se refleja en los actos del hombre mediante la verdad y el bien morales. Las religiones del ExtremoOriente han supuesto una gran contribución en la historia de la moralidad y de la cultura, han formado la conciencia de identidad nacional en los habitantes de China, India, Japón, Tíbet, y también en los pueblos del sudeste de Asia o de los archipiélagos del océano Pacífico.
Cristo vino al mundo para todos estos pueblos, los ha redimido a todos y tiene ciertamente sus caminos para lle¬gar a cadauno de ellos, en la actual etapa escatológica de la historia de la salvación. De hecho, en aquellas regiones muchos Lo aceptan y muchos más tienen en Él una fe implícita (cfr. Hebreos I I ,6).
Kung-tsé, Confucio en la traducción y tradición occidental, vivió en la China feudal hace 2.500 años, entre el 551 y el 479 antes de Cristo. Faltaba aún un siglo para que naciera Aristóteles (384-322a.C.). Las enseñanzas de Confucio han llegado hasta hoy gracias a los discípulos, que las recogieron en una serie de colecciones, de las cuales la mejor es la de Los cuatro libros clásicos o Shu.
Hay que tener en cuenta que Confucio no fundó una religión; fue un filósofo, un moralista, un filósofo práctico; y este Confucio de los libros tiene poco que ver con la reciente tradición confucianista. Esdifícil de imaginar que la sabiduría de Confucio hubiera podido prever los valores imaginables en la situación social, económica y mundial veinticinco siglos después. En cualquier caso, no interesa aquí la realidad del confucionismo de hoy, sino la obra de Confucio en sí misma, su pensamiento. Y esto sólo como testimonio de la permanencia y de la objetividad de los valores morales básicos.
En esesentido, las diversas circunstancias del mundo en que vivió Confucio, hace dos mil quinientos años, en vez de ser una objeción para la tesis que aquí se sostiene, contribuyen a afirmarla. Era un mundo feudal, fragmentado, con costumbres rituales muy afianzadas, con una población casi exclusivamente agraria, sin medios de comunicación. Muchos de los detalles a los que se refiere Confucio nos suenana chino. Pero cuando se detiene en las cuestiones básicas hay una sorprendente coincidencia -que en realidad es una anticipación- con el cristianismo y, antes, con el pensamiento de algunos autores clásicos griegos.
En los libros clásicos confucianos hay, por lo demás, al menos dos estilos: unos son más propiamente morales, dirigidos al hombre concreto, para que sea sabio y santo; otros son depolítica, por lo demás muy unida a la moral, y aquí se introducen elementos "realistas", tomados de lo que se podría llamar, también con validez para aquel tiempo, la "razón de Estado".
La norma, en la naturaleza humana
En el capítulo 13 del Chung-Yung, o Doctrina del Medio, se lee: "Kung-tsé ha dicho: El camino recto o norma de conducta moral debemos buscarlo en nuestro interior. No es verdaderanorma de conducta la que se descubre fuera del hombre, es decir, la que no deriva directamente de la propia naturaleza humana". Y en el mismo capítulo, un poco más adelante. "El prudente toma como modelo para sus actos la propia naturaleza racional humana".
Si esto no es iusnaturalismo, o doctrina de la ley natural, ¿qué puede serlo? Un iusnaturalismo que aparecerá de nuevo entre los griegos,...
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