Constituciones de clarendon
1.- Introducción. Tomás Becket
Tomás Becket un personaje de la corte del rey inglés, Enrique II de Plantagenet, que fue nombrado por este último como canciller del reino, cuando subió al trono con apenas veinte años. Fue en un primer momento un gran amigo del rey angevino. Bajo el nombramiento de canciller,Becket realizó tareas muy importantes como la de embajador de Inglaterra en Francia, cuando realizó varios tratados matrimoniales que aseguraban la paz entre los reinos inglés y francés en 1158. En 1159 organizó una expedición a Toulouse, acompañando a Enrique II, donde posiblemente se gestaron la mayor parte de reformas administrativas que, tradicionalmente, se atribuyen al rey pero en las que elcanciller debió de desempeñar un papel protagonista, sobre todo en los aspectos teóricos. Una de las reformas más importantes radicaba en el impuesto del scutage. Se trataba del pago de una cantidad en metálico a cambio de no prestar servicios militares; se da la casualidad de que Becket exigió el pago del scutage a muchos feudos eclesiásticos que, por lógica, estaban exentos de prestar talesservicios, lo que hizo que sus relaciones con la jerarquía eclesiástica no fuesen demasiado buenas desde la introducción de esta tasa, hacia el año 1160. A la muerte del Arzobispo de Canterbury, Teobaldo, Enrique II quiso que le sucediese en el arzobispado Becket, que por otra parte ya había estado apoyando la reforma de la Iglesia, de hecho se dice que Becket introdujo la Reforma en Inglaterra, sea comosea, en 1162, Becket es nombrado “a regañadientes y no por propia voluntad” Arzobispo de Canterbury, quien para sorpresa del rey, que esperaba que Becket se comportase más como amigo que como arzobispo, Becket, decide haciendo gala de una moral y un aplomo superior, pasar de la fastuosa pomposidad del canciller a la austeridad y devoción de un arzobispo totalmente entregado a la reforma delclero.
2.- Enfrentamiento Becket-Enrique II y muerte del Arzobispo.
El enfrentamiento entre Becket y Enrique II tuvo dos puntos principales de fricción: la negativa del arzobispo a aceptar la política impositiva propuesta por el rey hacia la iglesia y, sobre todo, la cuestión de a quién correspondía la jurisdicción sobre los delitos y crímenes cometidos por clérigos,
conocida en la época comoel problema de los "clérigos incriminados" o "clérigos criminales". El problema venía por los juicios contra los laicos, ya que por una parte Enrique II quería que fuesen juzgados por tribunales laicos, dado que el estamento clerical solía ser bastante benévolo con sus miembros, esta postura chocaba con la del Arzobispo Becket y la Iglesia reformada que propugnaba que los laicos debían serjuzgados por tribunales eclesiásticos. Hay que decir que ya antes había habido un precedente cuando Enrique I, durante un breve período consiguió que los clérigos fuesen juzgados por tribunales laicos, este hecho fue el que arguyó Enrique II para defender su postura. El caso es que finalmente estalló un conflicto que tiene en las Constituciones de Clarendon su punto más álgido. en el concilio deClarendon (Wiltshire), Enrique II, con la anuencia (libre o bajo presión) del estamento eclesiástico, aprobó los dieciséis puntos del documento conocido como las Constituciones de Clarendon: los crímenes cometidos por clérigos serían juzgados por tribunales laicos, como lo habían sido en época de Enrique I, a la vez que se declaraba a las penas del derecho canónico como inválidas para algunos miembros dela sociedad (sobre todo, estaban exentos de excomunión todos los oficiales del rey). Las rentas de las sedes vacantes revertían también a la corona, mientras que el rey se aseguraba el voto final en la designación de los arzobispos de mayor importancia. Las constituciones de Clarendon fueron aprobadas con el consentimiento verbal de Tomás Becket, pero ambas partes implicadas, rey y prelado,...
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