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Cuento Infantil.
Era un día soleado de otoño la primera vez que Bárbara se fijó en que el abuelo tenía muchísimas arrugas, no sólo en la cara, sino por todas partes.
- Abuelo, deberías darte lacrema de mamá para las arrugas, hasta pareces súbdito que no puedes vivir feliz.
El abuelo sonrió, y un montón de arrugas aparecieron en su cara.
- ¿Lo ves? Tienes demasiadas arrugas
- Ya lo séBárbara, mira toma asiento. Es que soy un poco viejo... Pero no quiero perder ni una sola de mis arrugas. Debajo de cada una guardo el recuerdo de algo que aprendí puede ser algo enredado perosiempre es un lindo aprendizaje.
A Bárbara se le abrieron los ojos como si hubiera descubierto un tesoro, y así los mantuvo mientras el abuelo le enseñaba la arruga en la que guardaba el día queaprendió que era mejor perdonar que guardar rencor, y que ser franco es mejor que decir mentiras, o aquella otra que le recordó que es mejor tener un solo amigo pero verdadero en vez de muchos y al finalsufras alguna traición, había otra muy enorme que mostraba que es más importante dar amor para recibir amor ya que sin el tu corazón seria negro en vez de un rojo muy bonito y que además eso puedelimpiar tu alma y dejarla en blanco sin ninguna mancha.
Y el abuelo le dijo: “Si vives la vida al máximo siempre serias feliz y sin ningún problema, así tendrás más arrugas para poder guardar cadauno de tus recuerdos”
Entonces de los ojos del abuelo salió una lágrima ya que esas arrugas tenían un gran significado para él.
Desde aquel día, a Bárbara su abuelo le parecía cada día más guapo,y con cada arruga que aparecía en su rostro, la niña acudía corriendo para ver qué nueva lección había aprendido. Hasta que en una de aquellas charlas, fue su abuelo quien descubrió una pequeñaarruga en el cuello de la niña:
- ¿Y tú? ¿Qué lección guardas ahí?
Bárbara se quedó pensando un momento. Luego sonrió y dijo
- Que no importa lo viejito que llegues a ser abuelo, porque.... ¡te...