Contenido de la enseñanza
La genética nos predispone a llegar a ser humanos pero sólo por medio de la educación y la convivencia social conseguimos efectivamente serlo.
Lo primero que la educación transmite a cada uno de los seres pensantes es que no somos únicos, Lo segundo, ciertamente no menos relevante, es que no somos los iniciadores de nuestro linaje, que aparecemos en un mundodonde ya está vigente la huella humana de mil modos y existe una tradición de técnicas, mitos y ritos de la que vamos a formar parte y en la que vamos también a formamos.
Para el ser humano, éstos son los dos descubrimientos originarios que le abren a su vida propia: la sociedad y el tiempo.
El tiempo es nuestro invento más característico, más determinante y también más intimidatorio. Por vía dela educación no nacemos al mundo sino al tiempo: nos vemos cargados de símbolos y famas pretéritas, de amenazas y esperanza venidera siempre populosa. La enseñanza está ligada intrínsecamente al tiempo, como transfusión deliberada y socialmente necesaria de una memoria colectivamente elaborada. Y el tiempo también confiere la calificación más necesaria a los educadores, lo primero para educar aotros es haber vivido antes que ellos, es decir, no el simple haber vivido en general -es posible y frecuente que un joven enseñe cosas a alguien de mayor edad-, sino haber vivido antes el conocimiento que desea transmitirse.
Se enseñan los niños entre sí, los jóvenes adiestran en la actualidad a sus padres en el uso de sofisticados aparatos, los ancianos inician a sus menores en el secreto deartesanías que la prisa moderna va olvidando pero también aprenden a su vez de sus nietos hábitos y destrezas insospechadas que pueden hacer más cómodas sus vidas. La condición humana nos da a todos la posibilidad de ser al menos en alguna ocasión maestros de algo para alguien.
Muchas enseñanzas se transmiten así en nuestros días aun en las sociedades más desarrolladas: por ejemplo en el seno dela familia, de padres a hijos. Así aprendemos el lenguaje, el más primordial de todos los saberes y la llave para cualquier otro.
La institución educativa aparece cuando lo que ha de enseñarse es un saber científico, no meramente empírico y tradicional, como las matemáticas superiores, la astronomía o la gramática.
En la Antigüedad el pedagogo era un fámulo que pertenecía al ámbito internodel hogar y que convivía con los niños o adolescentes, instruyéndoles en los valores de la ciudad, formando su carácter y velando por el desarrollo de su integridad moral. En cambio el maestro era un colaborador externo a la familia y se encargaba de enseñar a los niños una serie de conocimientos instrumentales, como la lectura, la escritura y la aritmética. El pedagogo era un educador y su tarease consideraba de primordial interés, mientras que el maestro era un simple instructor y su papel estaba valorado como secundario.
En líneas generales la educación, orientada a la formación del alma y el cultivo respetuoso de los valores morales y patrióticos, siempre ha sido considerada de más alto rango que la instrucción, que da a conocer destrezas técnicas o teorías científicas.
LasCapacidades «cerradas», algunas estrictamente funcionales -como andar, vestirse o lavarse- y otras más sofisticadas, como leer, escribir, realizar cálculos matemáticos o manejar un ordenador. Las capacidades «abiertas», en cambio, son de dominio gradual y en cierto modo infinito.
Pues bien, sin duda la propia habilidad de aprender es una muy distinguida capacidad abierta, la más necesaria y humanaquizá de todas ellas.
De modo que, como ya tantas veces se ha dicho, lo importante es enseñar a aprender. Según el conocido dictamen de Jaime Balmes, el arte de enseñar a aprender consiste en formar fábricas y no almacenes.
Volvamos a la primariamente estéril contraposición entre educación e instrucción. Bien entendidas, la primera equivaldría al conjunto de las actividades abiertas -entre...
Regístrate para leer el documento completo.