Desarrollo social
La propiedad estatal del petróleo había constituido un apoyo para el proceso de ajuste, ya que la devaluación del peso provocaba el incremento en el valor real del superávit interno del sector público. En esta etapa de ajuste, la caída de los precios afectó simultáneamente la captación de divisas y los ingresos del sector público, lo que agravó los procesos fiscales delajuste. El desplome de los precios del petróleo volvió a generar agudos problemas de desequilibrio externo y enormes restricciones para el equilibrio fiscal.
La actividad económica registró nuevamente una grave caída de 3.8% en términos absolutos. El proceso de devaluación llevó al peso a una subvaluación sin precedentes y el tipo de cambio real llegó a ser 60% superior al de 1981. La caída en lademanda interna y el fuerte ajuste en los precios relativos impulsaron un crecimiento extraordinario de las exportaciones no petroleras. De 1985 a 1987 éstas casi se duplicaron, pasando de 6 900 millones a más de 12 000 millones de dólares. Gracias a este crecimiento y el estancamiento de las importaciones se logró que este subsector de exportaciones financiara prácticamente al total de losbienes importados.
Pero, a pesar de los logros en el equilibrio externo, existía una gran desconfianza que obligaba a mantener la subvaluación del tipo de cambio y, por lo tanto, a incorporar fuertes presiones inflacionarias. En 1987 la tasa de crecimiento del nivel general de precios llegó a 160% con tendencia a una mayor elevación.
Los logros en el ajuste y el progreso en el equilibrioexterno, junto con el diagnóstico sobre la importancia de la confianza para una política de estabilización, llevaron a buscar la incorporación de los distintos agentes económicos dentro de un programa de estabilización de responsabilidad compartida. A fines de 1987, se llevó a cabo el Pacto de Solidaridad Económica (PSE): se estableció un aumento de precios del sector público, recuperándose el rezagoprevio, ajustes al gasto público, acelerar la privatización, reducir impuestos a importaciones, devaluación del peso controlada y aumento de emergencia al salario mínimo.
El Pacto de Solidaridad Económica suscrito por los dirigentes de empresarios, obreros campesinos, ha sido valorado por éstos como un instrumento efectivo para el control de la inflación.
En contraparte a la rigidez fiscal,el sector privado se comprometió al control de una serie de precios clave y los trabajadores aceptaron el control de los salarios. A la gestión ortodoxa de la demanda, a través de la política monetaria y fiscal, se sumó una política de ingreso que permitió manejar la pérdida de capacidad adquisitiva.
Este programa permitió reducir el déficit fiscal y cortar la tendencia creciente de lainflación. Sin embargo, la salida de capitales continuaba presionando sobre la capacidad financiera del sector público, ya que tenía una deuda interna muy importante. La necesidad de mantener tasas de interés sumamente elevadas provocaba de este modo una trampa de endeudamiento que generaba nuevos requerimientos financieros en un círculo vicioso.
En 1988 el nuevo gobierno amplió la estrategia del PSE conel énfasis en el freno a la salida neta de capitales, a través de la renegociación de la deuda y las reformas estructurales, para buscar la repatriación de capitales y atraer inversiones externas. El nuevo programa, Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento Económico (PECE), tuvo cuatro elementos principales: estabilidad ortodoxa a través de la política monetaria, fiscal y cambiaria; unapolítica de ingresos basada en controles de precios y salarios; la renegociación de la deuda externa aprovechando por primera vez el descuento con que era negociada en los mercados secundarios; y la profundización de las reformas estructurales para recuperar la confianza de los inversionistas y estimular la repatriación de capitales, incluyendo la apertura económica, la desregulación de los mercados,...
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