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1. Origen y evolución de la vida
El hombre desde la antigüedad ha tratado de entender el origen de la vida, buscando una explicación en sus creencias religiosas, filosóficas o en sus conocimientos científicos. Debido a que la respuesta a esta pregunta se puede abordar de muchas maneras, ha sido muy difícil convergir en una única respuesta, especialmente porque muchas de ellas no pueden serprobadas. Sin embargo, el estudio del origen de la vida y la vida humana desde un punto de vista biológico, nos presenta hechos científicos más concretos y menos subjetivos (pero no exentos de errores), que nos permitirán describir y analizar las formas que ha utilizado el hombre, a través de la historia, para descifrar el origen de la vida. Finalmente, proporcionaremos nuestra visióncientífica-cristiana del origen de la vida.
Escuela mecanisista del origen de la vida (1).
En la Grecia antigua, en la India y Europa durante la Edad Media y Renacimiento se creía que ciertas formas vivientes se originaban directamente de las no vivas mediante un proceso degeneración espontánea. Esta creencia fue parte de las tradiciones religiosas de la India, Babilonia y Egipto. La creaciónsobrenatural de la vida fue considerada como una expresión de los deseos de los dioses (o del demonio). En las civilizaciones occidentales fue también aceptado este dogma por científicos y pensadores prominentes, tales como Harvey, fisiólogo del siglo XVII, creador de la teoría de la circulación sanguínea; Francis Bacon, prominente orador y materialista del mismo siglo; así como el gran filósofofrancés Descartes. Todos ellos aceptaban el origen de las formas vivas a partir de las inanimadas, considerándolas un hecho perfectamente factible. Incluso nuestras propias tradiciones religiosas del Antiguo Testamento conciliaban el principio de la generación espontánea con mandatos de origen divino. Al tercer día de la Creación, de acuerdo con el Génesis, Dios separó las aguas de la Tierra paracrear las cosas vivas primero las plantas, luego los peces, aves, animales terrestres y, finalmente, al hombre. San Basilio el Grande, autoridad de la Iglesia Oriental del siglo IV, así como San Agustín de Hipona, autoridad de la Iglesia Occidental, atribuyeron independientemente el origen de las formas vivientes de la materia inanimada, y la consideraron una manifestación del deseo divino. SantoTomás de Aquino, en el siglo XIII, en su clásico Summa Theologica, aceptó la generación espontánea como manifestación vital a partir de principios divinos y demoníacos. Este pensamiento comenzó lentamente a cambiar gracias a los experimentos realizados por un médico italiano, Francisco Redi, quien en 1668 demostró que las larvas de las moscas no se originaban de los alimentos descompuestos, si seimpedía que éstas no posaran en ellos para depositar sus huevos. La teoría de la generación espontánea estaba tan arraigada en el pensamiento de la época, que el mismo Redi pensaba que en otros sistemas sí podía ocurrir. Solo 100 años más tarde, en 1765, el abad Lázaro Spallanzani introdujo nuevas evidencias de que la generación espontánea era una idea errónea.Sus experimentos consistían en hervircaldos de cultivo y luego taparlos de manera que se podían mantener largo tiempo sin que se generara vida. Estos experimentos fueron fuertemente rebatidos por el jesuita y naturalista inglés John Needham, quien aseveraba que a esas temperaturas Spallanzani destruía “la fuerza vital específica” que originaba la vida. La historia le dio la razón a Needham, aunque ahora sabemos que esa fuerza vitaleran los microorganismos que se destruían por el proceso de esterilización, y no por un cambio en la calidad del aire contenida en el recipiente. En 1862, Luis Pasteur puso fin a la teoría de la generación espontánea realizando rigurosos y convincentes experimentos que demostraban la presencia de microorganismos en el aire y que los resultados de los experimentos obtenidos por todos los otros...
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