El último en morir
Juan Antonio Molina
Cuando fotografiaba una de las batallas de la Segunda Guerra Mundial, del otro lado del Rhin, Robert Capa anotó en su diario: "Yo tenía la imagen del último hombre que murió. El último día algunos de los mejores murieron. Pero los sobrevivientes olvidarán rápido." La foto a la que se refiere Capa muestra el cuerpo de un soldado muerto a la entrada deun balcón. Abajo, en el primer plano está el charco de sangre espesa, cuya textura se realza por la luz que viene del exterior, otorgándole un sitio privilegiado en la composición. Es una foto resuelta en claroscuros, donde el cuerpo del hombre es apenas un bulto sin identidad, definible más por el brillo del casco y de la sangre que por el propio rostro. La foto no muestra ninguna acción, sinomás bien una pausa entre el final de una acción y el comienzo de otra. En esa pausa se destaca el hecho más trascendental y cotidiano de una guerra: la muerte.
Esta, como la mayoría de las fotos de Robert Capa, es una imagen dramática. No sólo por el hecho fotografiado, sino por la forma misma en que se fotografió. Hay un añadido de elementos retóricos destinado a subrayar el significado de laimagen. Por una parte está la relación entre el hombre muerto y el pedazo de paisaje, tal vez apacible, que se ve a través de la ventana abierta, con un par de árboles deshojados. Por otra parte está el contraste entre la luz suave del exterior y la semipenumbra del interior que amplifica la plasticidad de la sangre, no en busca de una belleza pueril, sino como soporte de una metáfora sobre la vida yla muerte.
La muerte no es fotografiable porque no es un hecho, sino un tema. Cuando un fotógrafo trata de fotografiar la muerte como un hecho, como una noticia, como una anécdota, la viste de esa trivialidad que es tan común hoy día en los medios de comunicación.
Si viéramos esta foto de Robert Capa como una simple imagen informativa, nos diría muy poco sobre la guerra. Tan sólo que unhombre murió. Para el record vale saber que es el último muerto de ese combate; pero tal vez fuera el primero del próximo. El cuestionamiento a que induce esta imagen es la utilidad de este muerto y de esta guerra: ¿Servirá de algo a los sobrevivientes? Creo que todas las fotos que tomó Capa en cinco guerras diferentes estuvieron guiadas por un objetivo común: evitar que los sobrevivientes olvidaran.Aquí es importante señalar la paradójica situación de la fotografía respecto a la memoria.
Supuestamente la imagen fotográfica tiene en sí misma todas las potencialidades para servir de receptáculo a un fragmento de nuestra memoria, y para servir de puente, no sólo semiótico, sino también afectivo, entre nosotros y un aspecto de nuestro pasado. Parte del prestigio de la fotografía reside en esacapacidad documental y conmemorativa, en tanto aporta datos sobre una circunstancia pasada y en tanto ratifica, verifica y legitima otros datos aportados por el relato histórico. Sin embargo, el uso público de la imagen fotográfica tiende a neutralizar su capacidad conmemorativa y tiende a crear un muro de alienación entre la foto y sus receptores. Esa enajenación se expresa en la falta decompromiso entre los espectadores y las imágenes. Sabemos que la foto de hoy será sustituida mañana por otra, tal vez más espectacular, siguiendo (o estableciendo) una temporalidad que es ajena al tiempo real y a nuestra convencional noción de lo histórico.
En esa continuidad se disuelven los significados, y junto con ellos, nuestra propia responsabilidad como receptores. En un conocido ensayo sobrelos usos de la fotografía, John Berger expresaba su escepticismo ante la posibilidad de una verdadera asimilación de la imagen en las circunstancias actuales. El suponía que las fotos verdaderamente comprometidas con la historia -entre las que se encuentran indudablemente las de Robert Capa- encontrarían su realización total en una circunstancia futura, un "futuro alternativo". La fotografía...
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