El Afan Neurotico De Competencia De Karen Horney
Las maneras de obtener poderío, fama y fortuna difieren en las distintas culturas. Pueden provenir del régimen legal de herencia o de ciertas cualidades individuales apreciadas por el grupo cultural, como el coraje, la astucia, la capacidad de curar al enfermo o de comunicarse con poderes sobrenaturales, la inestabilidad mental, y así sucesivamente. También sonsusceptibles de adquirirse mediante actividades extraordinarias o de éxito, o merced a ciertas cualidades o a casuales circunstancias favorables. En nuestra cultura, la herencia de rango y riquezas desempeña por cierto gran papel, pero dado que el individuo debe alcanzar el poderío, la fama y la fortuna mediante sus propios esfuerzos, entrará en competencia con el prójimo. Desde su centroeconómico, la competencia irradia hacia todas las otras actividades y también satura el amor, las relaciones socialesy las diversiones. Por lo tanto, la competencia constituye un problema universal en nuestra cultura, y no es sorprendente que sea un núcleo indefectible de conflictos neuróticos.
En nuestra cultura, el afán neurótico de competencia discrepa en tres sentidos respecto del normal: primero, elneurótico siempre se valora a sí mismo en comparación con los demás, inclusive en circunstancias inadecuadas. Si bien el impulso de superar al prójimo es esencial en toda situación de competencia, el neurótico también se coteja con personas que no son en absoluto posibles rivales suyos y que no tienen con él ningún objetivo en común. Sin discriminación aplica a todo el mundo la cuestión deestablecer quién es más inteligente, hermoso o amable. Sus sentimientos frente a la vida se asemejan a los del «jockey» en una carrera, al que sólo le importa pasar a la cabeza de los demás.
Tal actitud conduce, por fuerza, a perder todo interés real por cualquier propósito, pues lo que le interesa no es el contenido de lo que hace, sino cuánto éxito, fama y prestigio ganará con ello. El neurótico puedepercatarse de que incesantemente se parangona con los demás, o bien hacerlo en forma automática, sin conciencia de ello. En todo caso, muy pocas veces reconoce conscientemente el destacado papel que en él desempeña tal actitud.
El segundo rasgo que lo distingue de la competencia normal es que la ambición del neurótico no sólo reside en alcanzar más que los otros o tener mayor éxito, sino tambiénen ser único y excepcional. Aunque piense en términos de comparación, sus fines son siempre superlativos. Puede tener plena noción de ser impulsado por una ambición insaciable, pero con mayor frecuencia la reprime totalmente o la encubre en parte. En este caso puede creer, verbigracia, que no se preocupa del éxito, sino de la causa por la cual se afana; o pensar que no quiere ocupar posicionesconspicuas, sino sólo manejar los títeres desde el fondo; o admitir que una vez fue ambicioso: que siendo niño, por ejemplo, soñaba con ser Cristo, o un segundo Napoleón, o en salvar al mundo de la guerra; que siendo niña anhelaba casarse con el príncipe de Gales. Pero afirmará que desde entonces ha abandonado toda ambición, quejándose inclusive de que le agradaría recuperarla. Si la ha reprimido porcompleto, fácilmente creerá que jamás tuvo ambiciones. Empero, será suficiente que el analista reduzca unas pocas capas protectoras, para que recuerde haber tenido fantasías de grandeza o pensamientos fugaces de ser el mejor en su campo de acción, excepcionalmente bello e inteligente, o de no atinar a comprender cómo una mujer podía enamorarse de otro, teniéndolo a él, cosa que le dejaráresentido aun en el recuerdo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la ignorancia del activo papel que tiene la ambición en sus reacciones le hace negar toda significación a tales ideas. Estas ambiciones se concentran a veces sobre determinado objetivo: la inteligencia, el atractivo físico, las obras de cualquier clase o la moral. Pero en otras ocasiones no van en prosecución de una meta definida;...
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