El Carbono
Quizás ningún otro elemento químico esté tan próximo al ser humano como el carbono, el cual es la base sobre la que se asienta la vida. Y, curiosamente, es muy posibleque tras los recientes descubrimientos de la tercera forma alotrópica del elemento carbono (además de las ya conocidas diamante y grafito) constituida por los denominados fulerenos (estructuras decarbono en forma de jaulas cerradas) y nanotubos (estructuras de carbono en forma tubular, a veces con multicapas concéntricas), a lo largo de los próximos años veamos aplicaciones sorprendentes deestos nuevos compuestos de carbono.
Desde su descubrimiento en 1985 por Harold Kroto, Richard E. Smalley y Robert F. Curl, y la posterior concesión del Premio Nobel de Química en 1996, se han buscadoaplicaciones útiles de estos compuestos que mejoren las condiciones de vida de nuestra sociedad. Ahora puede asegurarse que esta nueva era de nanoestructuras de carbono de dimensiones nanométricas (milmillonésima de metro) ha comenzado. La compañía japonesa Mitsubishi Chemical Corporation ha lanzado una producción de fulerenos que pasará de 400 kilogramos producidos durante su primer año 2002, a unacapacidad de producción de 1.500 toneladas previstas para el año 2007. Este hecho supone rebajar el coste de fulerenos de 10 a 100 veces su precio actual y, por tanto, abre las puertas a su uso en lananotecnología futura.
Pero, ¿qué tienen los fulerenos y nanotubos de especial? Su forma singular (esférica o cilíndrica, respectivamente) les confiere unas propiedades mecánicas, electrónicas yfotofísicas excepcionales. Además de la ya conocida resistencia a la tensión de los nanotubos, cien veces superior al acero, estos pueden presentar propiedades eléctricas metálicas, o bien comportarsecomo semiconductores. Por otra parte, los nanotubos ya se han logrado disolver en disolventes orgánicos, abriendo así el camino a su manipulación química y, por tanto, a sus aplicaciones.
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