el delito cientifico
Por Francisco García-Olmedo
¿Existe una definición de delito científico? ¿Qué protección existe frente al plagio o la falsedad? El caso de los “nano-chips orgánicos” en los laboratorios Bell ha puesto de actualidad la buena (o mala) práctica del trabajo experimental. Francisco García-Olmedo, del departamento de Biotecnología de la UPM, analiza para El Cultural, con ejemploshistóricos y actuales, la situación que vive este tipo de delincuencia.
La proporción de delincuentes entre los miembros de la comunidad científica es difícil de establecer, pero no debe ser muy distinta de la de la población general. Además de delitos comunes, los científicos pueden cometer delitos relacionados con el mismo proceso de investigación y con el de difusión de sus resultados. Anteel enorme incremento que tanto el volumen como la complejidad de la actividad investigadora ha alcanzado en nuestros días, no resulta sorprendente que hayan aumentado los casos legales y para-legales relacionados con ella.
En los países más avanzados -Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia- se ha puesto de manifiesto la enorme dificultad que existe para tratar este tipo dedelincuencia tanto en la jurisdicción académica como en la ordinaria. En el ámbito académico, la dificultad se deriva de la falta de una definición unívoca de este tipo de delito y de procedimientos establecidos que respeten la seguridad jurídica del encausado, en cuanto al proceso de prueba y a la presunción de inocencia. Aparte de la indefinición del delito, para la jurisdicción ordinaria y para lalegislativa la principal dificultad estriba en la incomprensión esencial de jueces y legisladores de la actividad investigadora, cuando sobre ella deben ejercer sus respectivas funciones.
La definición más común de la mala conducta científica -adoptada, por ejemplo, por la US Office of Research Integrity- es la siguiente: “Fabricación y falsificación, plagio o prácticas que se desvían seriamente delas que son comúnmente aceptadas en la comunidad científica para la propuesta, realización y difusión de los resultados de investigación. No se incluye el error honesto o las diferencias de buena fe en la interpretación o enjuiciamiento de los datos”. Esta definición requiere multitud de salvedades y matices, es vaga respecto a determinados supuestos y plantea dificultades jurídicas a la hora de suaplicación: prácticas comunes y esenciales del proceso investigador resultarían delictivas, mientras que ciertos vicios escaparían a la definición. L. M. Guenin ha propuesto una definición más simple y más clara: el delito consiste en “hacer falsa representación, plagiar o hacer mal uso del trabajo de otro”.
Si la fiabilidad del trabajo científico está muy por encima de la de aquellos que lorealizan es gracias a una serie de procedimientos que, aunque no exentos de inconvenientes y de oportunidades adicionales para delinquir, permiten depurar errores, sean éstos perpetrados de buena o de mala fe. La buena práctica del trabajo experimental requiere su registro fechado en diarios individuales de páginas numeradas y encuadernadas que en los equipos más exigentes deben ser contrafirmadosperiódicamente por una segunda persona. Las conclusiones del trabajo experimental deben ser discutidas minuciosamente por los autores antes de ser plasmadas en un manuscrito de formato establecido que incluye una sección en la que es obligatorio dar datos suficientes para que el trabajo pueda ser repetido en otros laboratorios. Para ser publicado, el trabajo debe tener la opinión favorable de almenos dos evaluadores anónimos y de un editor especializado que tiene la capacidad de requerir la enmienda de cualquier defecto. Suministrar suficiente información para que el trabajo pueda ser repetido resulta crucial, ya que, en general, ningún avance se considera consolidado hasta no ser comprobado por varios investigadores independientes.
Aunque el conjunto de éstas y otras medidas acaban...
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