El Hombre Que Habla, El Hombre Que Escribe. Comunicación
Facultad de Historia, Geografía y Letras
Departamento de Castellano
Profesor: Manuel Quiroz Guzmán
“EL HOMBRE QUE HABLA; EL HOMBRE QUE ESCRIBE”
(M. Peronard. Fragmento)
Procederé a revisar someramente algunas de las diferencias que con mayor frecuencia se mencionan en relación al lenguaje oral y al lenguaje escrito yluego comentaré su posible efecto sobre el desarrollo cognoscitivo. La perspectiva será psicopragmática de modo que enfatizaré aquellos aspectos del texto que se relacionen con su uso en contexto y los procesos mentales puestos en juego en su producción. Por ello, no me interesa destacar ciertas diferencias formales descubiertas mediante trabajos empíricos como, por ejemplo, la mayor longitud delas palabras en los textos escritos, el mayor número de relaciones atributivas, la mayor variedad en la selección léxica, etc., a menos que pueda explicarlas desde la perspectiva adoptada.
Uno de los factores que con mayor frecuencia aparece mencionado en las comparaciones entre el lenguaje oral y el escrito es la situación de uso.
En primer lugar, cada hablante, en unaconversación cara a cara, construye y evalúa sus enunciados a la luz de sus relaciones personales con su interlocutor y su conocimiento mutuo. Gracias a este contexto sico-social sabe qué decir y cómo decirlo. Puede medir con notable aproximación cuánta información debe incorporar explícita o implícitamente en el texto, y hasta es posible que pueda controlar en qué oportunidades el oyente recurrirá a supropio conocimiento, incorporándola oportunamente en la representación mental que va construyendo del contenido del discurso. En otras palabras, el hablante está en condiciones de seguir al pie de la letra la máxima de la cantidad, norma de toda conversación exitosa, resumida en el siguiente consejo: Haz que tu contribución sea todo lo informativa que se requiere y que no sea más informativa quelo necesario.
El texto escrito, en cambio, suele estar destinado, característicamente, a varios lectores, incluso desconocidos por el escritor. Si bien es posible que él tenga un tipo de destinatario en mente y, por consiguiente, esté en condiciones de formarse alguna idea acerca de los conocimientos previos que éste posee, es evidente que nunca podrá aplicar la máxima de la cantidad conla precisión de un hablante. A sabiendas de que los vacíos de información dificultan o imposibilitan la comprensión, y que los excesos la entorpecen, el escritor tendrá que optar por alguna alternativa con los riesgos de equivocarse.
En segundo lugar, durante el transcurso de la conversación cara a cara es posible negociar un trasfondo de conocimiento compartido a medida que avanza laconversación, mientras que el texto monológico, es cerrado. El escritor no cuenta con retroalimentación necesaria para adecuar el contenido de su texto al real nivel de conocimiento de sus lectores. El lector no puede guiar al escritor pidiendo explicaciones o haciendo preguntas y observaciones.
En tercer lugar, escritor y lector no comparten un mismo contexto situacional. Esto significaque en la construcción del texto, el autor no puede buscar apoyo externo para apreciar los significados referenciales y debe descansar exclusivamente en el significado intrínseco, lo que exige un mayor esfuerzo de procesamiento tanto en lo léxico como lo sintáctico.
En cuarto lugar, durante la conversación, cada frase puede estar impulsada por un motivo determinado y el rumbo que toma eldiálogo está regido en todo momento por las cambiantes fuerzas interiores de los hablantes. El menor potencial de interacción simultánea y personal que caracteriza al lenguaje escrito hace responsable al autor del desenvolvimiento del texto, quien debe ejercitar un cuidadoso control sobre el modo de presentación de la información manteniendo el hilo conductor o tema, guiando conscientemente...
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