El lenguaje
Pilar Lacasa∗ , Mercedes Gómez• , Amalia Reina♦ y Carmen Cosano♦
Todas las personas realizamos cada día múltiples actividades que, de una forma u otra, adquieren sentido en el contexto en el que se realizan. Pero todavía más, son difíciles de comprender en una situación diferente, incluso aunque esa actividad sea la misma.Fijémonos un momento en el hecho de leer: ¿hasta qué punto una niña que lee el “Teleprograma” cree que lleva a cabo la misma actividad que cuando lee su libro de texto para preparar un control escolar? Si, en ambos casos, le preguntamos “¿qué haces?” seguramente obtendremos respuestas más relacionadas con la meta de su actividad, “ver qué ponen en la TV” o “estudiar”, que con el instrumentoutilizado para lograrla. La paradoja, sin embargo, es que aunque nuestras actividades adquieran sentido en los contextos donde se practican, nosotras seguimos siendo las mismas a través de ellos. ¿Cómo establecer puentes entre estos diferentes escenarios que constituyen nuestro entorno en la vida cotidiana? Seguramente existen múltiples caminos y buena muestra de ello son los intentos que educadoras yeducadores realizan
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Trabajo publicado en Kikiriki
Es profesora de Picología Evolutiva y de la Educación en la Facultad de CCEE, Universidad de Córdoba.
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Es maestra en el Colegio Público Averroes de Córdoba. Son alumnas de Psicopedagogía en la Facultad de CCEE. Universidad de Córdoba.
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Aprendiendo a leer y escribir
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cada día para sacar el conocimiento de lasaulas y hacer, de esta forma, que sea cada vez más significativo para quienes aprenden. Esos intentos se han realizado en múltiples ámbitos pero ahora queremos fijarnos en actividades relacionadas con la lecto-escritura. Enseñar a leer y escribir es, sin lugar a dudas, una de las metas más importantes en las escuelas occidentales y, quizás, por ello el aprendizaje y la adquisición de esas habilidadesse relaciona fundamentalmente con las aulas. Paradójicamente, sin embargo, muchas de nuestras actividades cotidianas se realizan en un entorno “letrado”, lo que significa que cuando niñas y niños llegan a la escuela traen consigo un amplio equipaje de ideas, que muchas veces pasan desapercibidas a los educadores. Enseñar a leer y escribir se ha considerado tradicionalmente como una tarea que tienepoca relación con lo que puede aprenderse en la vida cotidiana fuera de la escuela. Incluso, en ocasiones, cuando los padres y madres quieren ir introduciendo a los niños en estas habilidades lo hacen a través de métodos que son más propios de la escuela y que tienen muy poca relación con sus actividades habituales. Tal vez todo esto sea debido a que leer y escribir se consideran actividadesvacías de significado para quienes aprenden y enseñan. Pero, ¿por qué no pensar que esas actividades pueden ir adquiriendo un sentido más próximo a la vida cotidiana y que también desde ellas es posible ir tendiendo puentes entre la casa y la escuela? Queremos sacar el aprendizaje de la lecto-escritura de las paredes de las aulas, de forma que se convierta en una tarea que va más allá del cuaderno o dela cuartilla porque leer y escribir son instrumentos cotidianos en nuestro entorno socio-cultural. Trataremos de mostrar cómo se puede aprender fuera y dentro de la escuela, tratando de establecer
Aprendiendo a leer y escribir
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relaciones entre ambos entornos de forma que sea posible lograr un aprendizaje significativo.
Leer y escribir: algo más que descodificar
En suma, lo que endefinitiva nos preguntamos es como ir más allá de situaciones formales de aprendizaje en las que leer y escribir son únicamente procesos de descodificación ajenos a cualquier situación. Nos detendremos un momento en un trabajo realizado hace ya bastantes años por Shirley Brice Heath (1983), psicóloga norteamericana, que permitirá comprender cómo el uso y el significado de la lectoescritura está...
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