El Programa Político De Keynes
Publicado el 05 junio 2013 por Juan Ramón Rallo
Extracto de Los errores de la vieja Economía (Unión Editorial, 2011).
Keynes, en el capítulo final de La Teoría general, llega a la conclusión de que los dos grandes problemas que padecen las economías capitalistas modernas son, primero, su intrínseca incapacidad para alcanzar el pleno empleo de los recursos y,segundo, la “arbitraria y desigual distribución de la renta y la riqueza”. En opinión del inglés, su libro busca soluciones para el primero de estos problemas; sin embargo, y pese a que no sea aparente para el lector, también lo hace con respecto al segundo.
Y es que, de acuerdo con Keynes, si los gobiernos son reacios a redistribuir más ampliamente la renta y la riqueza entre sus ciudadanos es debidofundamentalmente a que “existe la creencia de que el desarrollo del proceso de capitalización depende, en gran medida, de la fuerza de los incentivos que las gentes tengan para ahorrar, de manera que, en gran medida, el crecimiento depende de lo que resulta superfluo para los ricos”.
Dado que el inglés está convencido de haber demostrado que, hasta alcanzado el pleno empleo, el crecimiento delcapital no depende de que exista una baja propensión a consumir sino, vía el multiplicador de la inversión, de todo lo contrario, “la aplicación de medidas que redistribuyen la renta sería un medio de aumentar la propensión al consumo que favorecería el crecimiento del capital (…). En las condiciones contemporáneas, el crecimiento de la riqueza, lejos de depender de la abstinencia de los ricos, comose supone de manera habitual, es mucho más probable que lo obstaculice”. Con esta reflexión, Keynes considera que se elimina una de las principales justificaciones para perpetuar las desigualdades de la riqueza, lo que sobre todo debería traducirse en un muy sustancial incremento de los impuestos sobre la herencia, pues “existen ciertas razones que justifican la desigualdad de renta que no seaplican a la desigualdad de patrimonios heredados”.
Estas razones, que según la opinión de Keynes hacen recomendable no igualar por entero todos los patrimonios a excepción de la herencia, son dos: una, que muchas actividades productivas de alto valor y que entrañan un elevado riesgo requieren como incentivo la posibilidad de acumular riqueza para la ostentación privada; dos, que es preferible que losseres humanos canalicen sus naturales inclinaciones de poder y dominación hacia la acumulación de riqueza que hacia la tiranización de sus compatriotas. Aun así, fijémonos en el escaso convencimiento con el que Keynes defiende la propiedad privada y la consecuente acumulación de riqueza:
Aunque una comunidad ideal de hombres puede haber sido enseñada, inspirada o educada de forma que carezca deinterés por las recompensas, puede ser inteligente el que los hombres de estado permitan que el juego se practique, sujeto a reglas y limitaciones, en tanto que el promedio de los hombres o una parte significativa de la comunidad se ve atraído con fuerza por la pasión de hacer dinero.
No obstante, y aquí se encuentra la segunda gran aportación revolucionaria de Keynes a la filosofía social, laacumulación de riqueza no debería ser el resultado de, ni dar lugar a, una rentabilidad sobre el capital invertido, pues Keynes cree haber demostrado que si el capital proporciona un rendimiento es debido a su escasez, y si el capital es escaso es porque el tipo de interés del dinero se mantiene por encima de la eficiencia marginal del capital, lo que impide su progresivo descenso conforme se vayaacumulando nueva inversión.
Por eso, el inglés propone una política de tipos de interés cada vez más bajos hasta que, finalmente, se hubiera acumulado tanto capital que la eficiencia marginal descendiera al 0%, momento en el cual el capital no obtendría ya ningún rendimiento salvo aquel necesario “para cubrir la depreciación debido a su desgaste y obsolescencia, junto a un cierto margen que cubra...
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