El relieve de Nicaragua
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Enfermería una profesión de 67 años
La enfermería cumple 67 años de ser una profesión en Nicaragua. Con poco salario y muchos sacrificios, la mayor satisfacción de los tres mil profesionales del país es ayudar a los enfermos a mejorar su condición
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En Nicaragua existentres mil enfermeras activas. Se calcula que a nivel mundial hay un déficit del 40 por ciento de enfermeras respecto a los pacientes por atender y nuestro país no parece la excepción.
Fotos de LA PRENSA/ Oscar Navarrete
En 1934 sólo aquellos que tenían dinero y un espíritu aventurero se dedicaban a vacacionar lejos de sus países de origen. Sin duda los estadounidenses Cornita Bixbi y su esposoeran un par de aventureros. Ese años decidieron viajar a Nicaragua.
Lo que para ellos fue un pormenor en el camino, cuando la señora sufrió un accidente, se convirtió en la semilla que permitió la fundación de la primera escuela de enfermería del país.
Al ser trasladada al Hospital Bautista, la señora Bixbi notó la evidente carencia de personal de enfermería. Fue así que decidió escribira la Junta de Damas Bautistas de New York, sobre la necesidad de crear una escuela de enfermería en dicho hospital.
A esta escuela le siguió la fundación de la Escuela de Enfermería Ruth C. S. Taelher, en el poblado de Bilwaskarma, del municipio de Waspam. Pero es hasta en el año 1943 que da inicio la Escuela Nacional de Enfermería (ENE), estableciendo la enfermería como una profesión enNicaragua.
“Cuando me gradué del bachillerato mis padres de sorpresa me habían gestionado una beca para irme a México a estudiar Medicina. Aún recuerdo sus caras cuando les dije que yo me quedaría en Managua estudiando enfermería”, señala Nubia Orozco, de la generación de 1968 de la ENE.
“Mi decisión fue la correcta”, asegura, pues al retirarse, luego de 40 años de ejercicio profesional,estuvo en todas las áreas tanto de atención, como de gerencia y docencia. Ahora se niega a quedarse en casa y pasa sus días sumamente ocupada en una oficina de la Asociación de Enfermeras de Nicaragua (AEN).
No deja nada para después. Quizás la urgencia que presta atendiendo a todos los detalles, desde una entrevista no planificada, como la mía, hasta la firma de un documento, le quedó comoconsecuencia de sus años en la sala de neonatos.
Fuera de la oficina donde me atiende, un grupo de enfermeras reciben una actualización sobre atención a pacientes con VIH; es uno de los proyectos que ayudan a mejorar las capacidades de las enfermeras agremiadas a AEN, con financiamiento de colegas canadienses y danesas.
La vida de una enfermera deja muchas satisfacciones, afirma Orozco. “Paramí más que el dinero que gané o el nombre que pude haberme labrado, fue arrebatar de la muerte a niños de horas de nacidos, con puro esfuerzo y tesón, porque me esmeraba aun cuando me decían “no va a vivir”.
Cada año, los sesenta cupos de la Escuela de Enfermería de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) son copados por jóvenes con vocación de servicio, según lasautoridades de ese centro de estudios superiores.
“Formaba parte del Sistema Público de Salud y no me llamaban enfermera, sino salubrista. Llegó un niño a la sala con tétano y me pasé horas y horas tratando de encontrar una vena y fui poco a poco con una aguja hasta que al fin logré ponerle el suero; ese niño salió como a los dos meses de neonatos, pero vivió, ni me acuerdo cómo se llama, pero recuerdola satisfacción de no haberlo dejado morir”.
En su familia la vocación por la enfermería, que le permitió a ella especializarse en anestesiología, obtener una maestría en salud pública, un diplomado en gerencia hospitalaria, otro en epidemiología y seguridad social, se multiplicó, así que tiene una hermana, una sobrina y una prima enfermeras, desempeñándose tanto en Nicaragua como en el...
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