El romancero del Cid
Ya pasadas las cinco batallas, Doña Jimena, a punto de dar a luz, le manda una carta al rey pidiéndole que le regrese a su marido que el pobre ya ha pasado pormuchas guerras. Que solamente lo deja ir a su casa una vez al año y encima, se queda dormido de tan cansado que está. Ella le pide que queme la carta para que no circule por ningún lugar y comiencen lashabladurías.
El rey le contesta la carta diciéndole que no debería de estar molesta porque no se lleva a su marido para otras mujeres sino para batallar en el campo. También le dice que sinoestuviera embarazada, le creería de que se queda dormido; que lo que salga de su embarazo, el rey premiará: si es mujer, cuarenta marcos de plata para su dote y si es hombre, una espada, un caballo y cienmil “maravedís”. El rey se despide diciendo que èl rezará para que no le duela el parto.
SEGUNDA PARTE
El rey Don Fernando ya se va a morir, así que llama a sus tres hijos para repartirles su reino,sus tierras, pero al hijo mayor llamado don Sancho no le parece.
Ya en su cama, sabiendo que ya se va a morir, reparte las tierras. A don Sancho le da Castilla; a don Alfonso, León con Asturias ySanabria y a don García, Galicia y Portugal (uno de ellos era bastardo sacerdote). Doña Urraca va y se queja con su padre de que ella no recibió ninguna tierra, pero Don Fernando le dice que todavíaqueda una tierra por repartir llamada Zamora, una ciudad bien protegida. Todos contestan “Amén” menos don Sancho que no está de acuerdo con esto. Primero conquista al rey García, después a Don Alfonso,así que Castilla triunfaba sobre todos los demás reinos de España.
El rey don Sancho (junto con el Cid) cerca Zamora y se empiezan a matar unos a otros. El viejo Arias Gonzalo, el ayudante de doñaUrraca le aconseja irse a los moros para dejar a Zamora salva. Ésta, se asoma por la muralla al campo de batalla del Cid.
Doña Urraca le recuerda al Cid que lo criaron junto con ella y que su padre, el...
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