El ultimo cigarrillo de Svevo
Italo Svevo es un escritor que, pese a su fama, siempre puede ser redescubierto. La lectura de La conciencia de Zeno es impostergable. Pero no es su única obra. Ahora,la editorial Páginas de Espuma ha publicado un libro autobiográfico donde, desde luego, la presencia de su gran amigo/enemigo, el cigarrillo, es significativa. En “El País”, Justo Navarro comentalos Ensayos de Svevo.
Dice la reseña:
Lo cuenta su hija, Letizia Svevo Fonda Savio: agonizaba en el hospital Italo Svevo, después de estrellar el coche contra un árbol un día de septiembre de 1928.“No llores, morir no es nada”, dijo. Pidió un cigarro, que le negaron, y prometió: “Éste será de verdad el último”. Fumador de sesenta cigarrillos diarios, en su gran novela, La conciencia de Zeno, habíameditado sobre el rito del último cigarrillo, eucaristía o extremaunción, y en torno a la superación del tabaquismo nació la relación amorosa con su sobrina segunda Livia Veneziani, que se convertiríaen su mujer.
Svevo parece una ficción. Dicen que en el fondo del Leopold Bloom de Joyce está Svevo, y en el nombre de Anna Livia Plurabelle, la heroína de Finnegans Wake, no sólo resuena el dublinésrío Liffey. En febrero de 1924, Joyce le escribía a su amigo Ettore Schmitz: “Le he dado el nombre de la Señora a la protagonista del libro que estoy escribiendo”. La Señora era Livia Veneziani.Svevo no se llamaba Svevo, sino Ettore Aron Schmitz, empleado de banca, comerciante, socio de la fábrica de pintura para barcos de sus suegros. Había conocido a Joyce en 1907. El irlandés, 20 años másjoven que su alumno, enseñaba en la Berlitz School, donde el hombre de negocios Ettore Schmitz aprendía inglés por necesidades prácticas.
El escenario era Trieste, ciudad más fantástica que real, rica,portuaria, austrohúngara hasta 1919. Schmitz, nacido en 1861 en la religión judía y bautizado católico en 1897 para complacer a su esposa, hijo de madre italiana y de padre de origen alemán,...
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