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Las elecciones del siglo XX en Honduras: fraudes y maniobras
08:05 pm - Faustino Ordóñez Baca
El irrespeto de la voluntad popular provocó guerras innecesarias y decenas de miles de muertos. Los políticos, a punta de armas, recuperaban el poder. Los procesos electorales comenzaron a tener mejoras, en términos de transparencia, a partir de 1980.
En 1957, el liberal Ramón Villeda Moralestomó posesión de la Presidencia en el estadio Nacional.
En 1957, el liberal Ramón Villeda Morales tomó posesión de la Presidencia en el estadio Nacional. (El Heraldo)
Tegucigalpa,
Honduras
La política hondureña durante más de cien años estuvo teñida de arreglos bajo la mesa, fraudes, guerras y muertes.
Las zancadillas promovidas por políticos y militares pusieron al país en la picotapública internacional durante casi todo el siglo XX. La ambición de poder de estos personajes se impuso en muchas ocasiones a la responsabilidad patriótica que debieron tener lo que derivó en la muerte de decenas de miles de hondureños en las llamadas montoneras o guerras civiles.
Si bien el siglo pasado reporta algunos procesos electorales transparentes, hubo otros que dejaron mucho que desear ysolo sirvieron para que desde el exterior la prensa se mofara cuando aludía a las “elecciones estilo Honduras”.
La transparencia electoral mejoró a partir de la década de los ochenta, con el retorno al orden constitucional, aunque en algunos momentos los mismos políticos denunciaron irregularidades, especialmente en elecciones primarias, donde los caudillos rurales han pretendido controlar lasmesas electorales receptoras.
Fraudes escandalosos
Antes de que se instituyeran los partidos Liberal y Nacional, las luchas intestinas eran entre liberales y conservadores.
El primer fraude del que hablan los historiadores ocurrió en las postrimerías del siglo XIX. En 1891, tras cruentas batallas que dejaron centenares de muertos, se celebraron elecciones. Los liberales llevaban comocandidato presidencial a Policarpo Bonilla y los conservadores a Ponciano Leiva.
El representante liberal, que después fundó el Partido Liberal, “obtuvo 15 mil votos contra 34 mil que sacó su oponente. Los liberales declararon que había habido fraude y se lanzaron a nuevas acciones de guerra”, recuerda el historiador Longino Becerra.
El segundo fraude
El segundo fraude se registró en 1902cuando el Congreso de aquel entonces no declaró ganador a Manuel Bonilla, fundador del Partido Nacional, que había ganado los comicios a sus contrincantes Juan Ángel Arias y Marco Aurelio Soto, ambos liberales. Este último, que había encabezado veinte años atrás el gobierno progresista de la “reforma liberal”-el mejor del siglo- había retornado de Francia inducido por el gobernante TerensioSierra, cuyo único propósito era utilizarlo para que le sucediera su preferido Juan Ángel Arias.
Manuel Bonilla, un militar popular que había cobrado notoriedad en la guerra civil de 1894 -que llevó al liberal Policarpo Bonilla al poder- se había distanciado de los liberales, situación que le generaba el epíteto de “conservador”.
En esas elecciones de 1902 los resultados fueron los siguientes:Manuel Bonilla, 28,000 votos; Juan Ángel Arias, 25,000 y Marco Aurelio Soto 4,800.
Para Alfredo León Gómez “era un hecho el triunfo de Bonilla, a pesar de numerosas irregularidades que se cometieron. La candidatura oficial, la del doctor Arias, gozó de todas las ventajas que da el poder. Reunido el Congreso Nacional, que estaba obligado a elegir a los designados para que uno de ellos se hiciesecargo de la Presidencia, faltó el quórum con lo cual entraba el país en acefalía”.
“Luego el Congreso Nacional se instaló en forma muy irregular, sin llenar todas las instancias legales. Dejando de lado todo procedimiento democrático procedieron a elegir presidente de la República a don Juan Ángel Arias y al general Máximo B. Rosales como vicepresidente”. Ante esta situación anómala, Bonilla...
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