Ensayo De Jose Maria Arguedas
DicEc
Desde el Vaticano II ha habido un buen número de movimientos de renovación dentro de la Iglesia que tienen en común ciertas características (>Asociaciones de fieles). Se llaman «movimientos» porque son grupos de personas, originalmente espontáneos, en general guiados por uno o varios líderes carismáticos, que los conducen a determinadas experienciasespirituales o apostólicas, transmitiéndoles también a menudo una visión global de la realidad. Son «eclesiales» porque se consideran a sí mismos dentro de la Iglesia —como un modo de «ser Iglesia»— y servidores del reino de Dios bajo los pastores de la Iglesia, o al menos con su aprobación tácita. Son «contemporáneos» porque por lo general son de fundación reciente o son una refundación radical de unmovimiento anterior. Son en su mayoría de origen europeo latino.
El discernimiento de tales movimientos es delicado porque su programa básico, o su idea directriz, son verdaderamente cristianos. Juan Pablo II se ha mostrado en general favorable a tales grupos. En su exhortación possinodal sobre los laicos señala con aprobación sus frutos y subraya la libertad concedida por el derecho canónico para quelos fieles se reúnan con fines caritativos y religiosos.
Sin embargo, algunos de los movimientos eclesiales modernos han provocado reacciones muy negativas por parte de algunos obispos y pastores. Son difíciles de clasificar: cada uno consagra una visión determinada del cristianismo, variando los matices culturales, los objetivos, los métodos y la relación con los otros miembros de la Iglesia.En cuanto movimientos, están en constante desarrollo, por lo que la valoración de los mismos ha de modificarse cada cierto tiempo. Habría que distinguir además entre los objetivos de un movimiento y la realización a veces incompleta, precaria o ambigua de sus ideales.
A la hora de valorarlos hay que tener en cuenta también las manifestaciones locales: un movimiento puede ser muy valioso en un paísy presentar en otro aspectos muy negativos. El discernimiento objetivo y ecuánime es a menudo difícil. Cabe, sin embargo, trazar de modo general tanto los valores como las posibles desviaciones, que son realidad al menos en algunos lugares y en algunos movimientos.
Los movimientos eclesiales actuales tienen muchos aspectos positivos. Tienden a centrarse en la conversión, si bien algunos parecenconsiderarse el camino, en lugar de uno de los caminos para acercarse a Cristo. Forman comunidades con un fuerte sentido de la identidad, pero a menudocon la sensación de ser mal entendidos o rechazados por los demás, que no han visto la luz que ellos han visto o no comparten su visión. Están dentro de la Iglesia, y en cuanto tales han de distinguirse de los movimientos new age (>Movimientos nocristianos y new age), aunque a veces puedan tener algún parecido superficial con ellos. Insisten en la entrega generosa a Cristo, por lo que a menudo sus miembros, tanto laicos como sacerdotes y religiosos, alcanzan un grado muy alto de compromiso. Los frutos evidentes de conversión, santidad y fidelidad a algunas enseñanzas importantes del magisterio reciente les han hecho alcanzar granaceptación en la Iglesia, incluso en sus más altos escalafones, por ejemplo en los sínodos de obispos.
Pero hay también aspectos negativos. Su lectura de las Escrituras es con frecuencia parcial, incluso fundamentalista, y carecen a veces de un sentido real de la verdadera catolicidad de la Iglesia. A veces no respetan los otros carismas, muy diferentes, que hay en la Iglesia; su visión de la Iglesia ydel mundo puede ser inadecuada. Pueden ser causa de división en una diócesis, en una parroquia, en una familia, en una congregación religiosa. Confiados en que tienen una luz que los otros no comparten, con frecuencia no están abiertos a las críticas de fuera, por lo que uno puede encontrar grupos cerrados, afirmándose y discerniendo dentro de sí mismos. Están expuestos además al peligro de la...
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