Ensayo La Fuga
Por Roberto Doveris.
Introducción
A pesar del advenimiento de tecnologías que permiten que nos relacionemos con textos audiovisuales y escritos de forma rizomática e impredecible, a través de diferentes formatos y soportes digitales, y en tiempos y espacios que se superponen mutuamente dentro de un mundo hipertextual (cuya mayor cristalización es Internet), el cine no ha vistomodificada su estructura temporal en forma demasiado drástica11Lo cual no quiere decir que los modos de producción y distribución no se vean enormemente afectados por la cibercultura, y a su vez el lenguaje fílmico se vea resentido de múltiples formas por estas modificaciones materiales. Si bien la fragmentación espaciotemporal que experimentamos actualmente en nuestras vidas diarias nos permiteconsumir diferentes cosas al mismo tiempo y vivir experiencias de forma paralela, la materialidad audiovisual del cine ha permanecido fiel a una experiencia temporal definida dentro de límites más o menos estables, que se reducen a los márgenes del encuadre y a una duración específica.
Dentro del marco que dibujan estos límites hemos sido testigos de numerosas formas que atentan contra la linealidadtemporal y la geometría euclidiana del espacio, desde la exitosa serie Lost hasta Visage (2009) de Tsai Ming-Liang, desde las cartas visuales de Tiziana Panizza hasta los clips de Lady Gaga, desde Eternal Sunshine & The spotless of Mind de M. Gondry hasta el cine de Chris Marker y Agnés Varda, pasando por J. L. Godard y una interminable lista de obras cuya estrategia implica una reflexión en tornoa la hegemonía de la diégesis clásica. Sin embargo, aún así espacio y tiempo en la imagen en movimiento mantienen unas características constantes en los formatos audiovisuales.
Lo anterior determina una estructura cinematográfica que compartirán todas las películas, clásicas, modernas o contemporáneas, y dentro de la cual las imágenes toman forma22No pretendo hacer una descripción esencialistade orden Kantiana del cine a partir de esta categoría temporal. Es perfectamente posible imaginarse un cine sin una duración específica o con otras características no imaginables por ahora, sólo constato lo que se presenta en un cuerpo vasto y numeroso de películas (y series, clips, programas de televisión, etc.) al cual tenemos acceso en la actualidad. Si bien es bastante obvio el hecho de queuna película dura, o dicho de otra forma, ocurre en el tiempo, señalarlo permite observar que un film implica siempre una concatenación, ya sea de planos o de acontecimientos, o de ambos. Esta concatenación o encadenamiento puede ser clásica respondiendo al sistema sensorio-motor que describe Gilles Deleuze para referirse al cine clásico, o bien puede ser azarosa y responder más a la escisión quea la continuidad, generando imágenes mentales si seguimos el planteamiento del mismo teórico. Lo que cabe ser destacado ahora es que precisamente la característica de encadenamiento, independiente de la naturaleza del factor que aglutina una cosa tras la otra, es la que liga al cine a una función narrativa, pues transcurre en el tiempo y nos obliga a percibirla tal como se percibe y se sigue a unsuceso cualquiera en la realidad fenoménica. Esta función nuevamente se puede manifestar de diferentes formas, siguiendo un relato en donde los acontecimientos se suceden con una lógica y en virtud de un principio argumental, o bien traer presencias disímiles que se suceden por razones aparentemente desconocidas o fortuitas, a modo de collage dadaísta.
Lo interesante es que ambas posicionespueden estar presentes en una misma película, mezclarse indeterminadamente, funcionar de forma alternada o surgir la una a partir de la otra, como ocurre en el cine de A. Hitchcock, por ejemplo. Precisamente es el llamado padre del suspense el que inyectará encadenamientos que rompen el sistema del relato clásico, sembrando en él la semilla que luego haría eclosionar la estructura del film en su...
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