Europa durante el siglo XX
Para la mayoría de los europeos la época comprendida entre 1871 y 1914 fue la Belle Époque. La ciencia había hecho la vida más cómoda y segura, en un principio el gobierno representativo había conseguido una gran aceptación y se esperaba con confianza el progreso continuo. Orgullosas de sus logros y convencidas de que la historia les había asignado una misióncivilizadora, las potencias europeas reclamaron enormes territorios de África y Asia para convertirlos en sus colonias. No obstante, algunos creían que Europa estaba al borde de un volcán. Un nuevo y virulento brote de antisemitismo surgió en la vida política de Austria-Hungría, Rusia y Francia. Las rivalidades nacionales se exacerbaron por la competición imperialista.
Mientras, la clase trabajadoraindustrial crecía en número y fuerza organizada, y los partidos socialdemócratas marxistas presionaban a los gobiernos europeos para equiparar las condiciones y las oportunidades de trabajo.
El peligro alemán, junto a la rivalidad entre Rusia y Austria en los Balcanes, implicaba una actividad diplomática que presentaba dificultades demasiado grandes para los mediocres funcionarios que dirigían losministerios de Asuntos Exteriores europeos en la víspera de 1914. Cuando el terrorista serbio Gavrilo Princip asesinó al archiduque austriaco Francisco Fernando de Habsburgo el 28 de junio de 1914, no hizo sino encender la mecha del barril de pólvora sobre el que se asentaba Europa.
El entusiasmo con que los pueblos europeos saludaron el estallido de las hostilidades pronto se convirtió enhorror cuando las listas de bajas aumentaron y los objetivos limitados se volvieron irrelevantes. Lo que se había proyectado como una breve guerra entre potencias, se convirtió en una lucha de cuatro años entre pueblos. En las últimas semanas de 1918, cuando finalmente terminó la guerra, los imperios alemán, Austriaco y Ruso habían desaparecido, y la mayor parte de una generación de jóvenes murió.Decidido a convertir el mundo en un lugar “seguro para la democracia”, el presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson había implicado a Estados Unidos en la guerra contra Alemania en 1917. Mientras proclamaba su llamada a una Europa democrática, Lenin, el dirigente bolchevique que en el mismo año se hizo con el poder en Rusia, llamaba al proletariado europeo a la lucha de clases y sentaba las clavesideológicas de la revolución socialista. Ignorando ambas premisas ideológicas, Francia y Gran Bretaña insistieron en una paz con reparaciones económicas, y Alemania, Austria, Hungría, Bulgaria y Turquía fueron obligadas a firmar tratados que no tenían nada que ver con sueños mesiánicos.
Luego de la catastrófica guerra y de una epidemia de gripe que provocó veinte millones de muertos en todo elmundo, muchos europeos creyeron que eran testigos de la ‘decadencia de Occidente’. Por supuesto, aún podían encontrarse signos de esperanza: se había fundado la Sociedad de Naciones y se decía que en el este y el centro de Europa había triunfado el principio de la autodeterminación. Rusia se había liberado de la autocracia zarista y Alemania se había convertido en una república. No obstante, laSociedad de Naciones ejerció poca influencia, y el nacionalismo continuó siendo una espada de doble filo. La creación de Estados nacionales en Europa central llevaba consigo necesariamente la existencia de minorías nacionales, porque la etnicidad no podía ser el único criterio para la construcción de fronteras defendibles. Los zares habían sido reemplazados por los bolcheviques, que rechazaronreconocer la legitimidad de cualquier gobierno europeo. Lo más importante fue, quizás, que el Tratado de Versalles, al establecer que existía un culpable de la guerra, había herido el orgullo nacional alemán.
Benito Mussolini, al explotar el descontento nacional y el temor ante el comunismo, estableció una dictadura fascista en Italia en 1922. Aunque su doctrina política era vaga y contradictoria,...
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