FILOSOFIA EDUCATIVA EN GRECIA Y ROMA
PARTE I .- LA EDUCACION OFICIAL GRIEGA
1.-. La Concepción Pedagógica
A- La Areté
La ciudad-estado ha ido cambiando poco a poco la concepción de sí misma, de su forma de vida y de su gobierno. De la primitiva dilatada región, no demasiado populosa ni delimitada con claridad, gobernada por unos pocos según las normas y pautas de latradición aristocrática, ha pasado a una zona en la que se distingue lo urbano de lo rural, con una población que es alternativamente numerosa o diezmada –según la suerte de las guerras–, con una activa participación de los habitantes, los ciudadanos, en las deliberaciones y las decisiones que hacen a la vida individual y pública, a los destinos de la pólis, a la relación con los otros estadoshelénicos o extranjeros, a la religión, a la cultura, a las finanzas...: en una palabra, al gobierno de la ciudad-estado.
Este cambio de actitud puso en un primer plano las nociones de justicia y de derecho. Al respecto nos dice Jaeger:
“Mediante la fijación escrita del nómos, es decir, del derecho usualmente válido, el concepto de justicia alcanzó un contenido palpable. Consistió en laobediencia a las leyes del estado”1[1].
El ciudadano debía conocer las leyes de la ciudad, que codificaban por una parte los derechos de la pólis como aquello común que todos poseían y a la que todos pertenecían –la patria–, y por otra parte los derechos de sus habitantes, cuya libertad y bienestar debían garantizar. Debía no sólo conocerlas, sino también obedecerlas: solamente así era "justo". Y estamos ante la nueva areté, diferente de lo que había sido la areté en el mundo homérico: la excelencia que el hombre ahora debe realizar es una nueva excelencia: la justicia, encarnada por un nuevo tipo de hombre: el ciudadano perfecto.
Pero como esta justicia cuyo cumplimiento hace del hombre un ciudadano perfecto está en función de las leyes de la pólis, es tarea de cada estado velar porla formación de un tipo de hombre determinado, específico, propio de dicha ciudad, marcado con su sello. La ley se presenta como la norma educativa, siendo el estado el educador.
Sin embargo, esta realidad difiere de la aparentemente similar espartana. En efecto:
1) los requerimientos de la pólis ateniense no son sólo militares, sino que abarcan lo cultural (de una inmensa riqueza porentonces), lo económico, la diplomacia, en una palabra, toda la gama de actividades que hacen a la vida de un estado próspero;
2) el hombre tiene, además de una vida política o cívica, una vida privada, propia. Y para ambas deberá proveerse de una formación adecuada, de idoneidad. En el caso de las necesidades de su vida particular, bastará a veces la destreza adquirida, o cierta habilidadnatural, o la sagacidad (tratándose de artesanías, o del trabajo del campo, o del comercio); otras veces será preciso hablar de una educación integral (la filosofía, vastísimo campo del saber). Pero en el caso de la vida pública, siempre se necesitará una verdadera educación, aunque en ella puedan reconocerse diversos grados de profundidad, o de plenitud, según se trate de participar tan sólode la Asamblea del Pueblo, o de aspirar a otros cargos públicos en la dirigencia de la pólis.
En general, la educación –concebida como formación integral– sigue siendo privilegio de los aristócratas, o de los ciudadanos más pudientes, que disponen del tiempo y del ocio necesarios para dedicárselos (en el caso de los jóvenes y de los adultos), y que valoran su eficacia en la formación delniño (en el caso de los padres con respecto a sus hijos). Prevalece en este ámbito el viejo ideal de la kalokagathía, de lo bello y lo bueno, digno de ser admirado e imitado: el modelo, el paradigma. En este ideal perviven elementos de la antigua concepción homérica, pero el tiempo no ha transcurrido en vano, y el contexto da otro contenido a los mismos términos.
Así, bello sigue...
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