Flemming y la penicilina
Londres, 1929
A. Fleming se encuentra a punto de tirar al contenedor una placa Petri con un cultivo deestafilococos áureos en la que había crecido un moho, Penicillium notatum, y de repente observó que alrededor del hongo había un halo sin bacterias: éstas habían desaparecido.Fleming observó y dedujo que la causa de que las bacterias no proliferaran alrededor del moho era que éste tenía que producir alguna sustancia que matara a los estafilococos.
Elproblema que tuvo fue las cantidades que podía obtener, demasiado pequeñas para curar seres humanos. Pero unos años después los químicos Florey y Chain rescataron el descubrimiento ycomenzaron a sintetizar la penicilina mediante una liofilización (es un método de desecación en el que se congela una masa acuosa y luego se somete al vacío) y luego disolver elpolvo resultante de ella en metanol para eliminar impurezas, y realizar otra liofilización para obtener el polvo de la penicilina puro.
Se realizaron ensayos con ratonesdemostrando que daba buenos resultados sin dañar al paciente, que era la gran preocupación de la medicina en esa época, la de la II Guerra Mundial, en la que se acababa en muerte o enamputación del miembro por cualquier infección.
Un dato curioso que he encontrado es que Fleming lo comprobó con un amigo íntimo que estaba enfermo por una infección. Le inyectó lasustancia (todavía sin testar) en la médula y a los pocos días éste estaba completamente recuperado.
Para conseguir cantidades mayores del producto, utilizaron una variedad delmoho Penicillium que es más prolífica y la cultivaron en tanques.
Fleming, Florey y Chain fueron premios Nobel de Medicina en 1945.
¿Y si Fleming hubiera sido más despistado?
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