Formacion de los hijos en valores
El tema de los valores es complejo, y podríamos iniciar por ofrecer cierta clasificación. Hay tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Se pueden considerar como hábitos operativos infundidos por Dios en las potencias del alma para disponerlas a obrar según el dictamen de la razón iluminada por la fe. Tienen por objeto al mismo Dios. Estas son virtudesinfusas, recibidas directamente de Dios. Hay otro tipo de virtudes que son también infusas. Las virtudes morales sobrenaturales. Estas no tienen por objeto directo al mismo Dios, sino que ordenan rectamente los actos humanos al fin último sobrenatural. Las virtudes morales naturales son adquiridas. Es decir, el hombre puede esforzarse para desarrollar la virtud más y mejor. La virtud adquiridadifiere de la virtud infusa en que esta última ordena al fin último sobrenatural mientras que la virtud adquirida mejora a la persona a nivel natural.
Nos limitamos, en esta ocasión, a las virtudes adquiridas, que son virtudes morales naturales o humanas.
Hay cuatro que se llaman virtudes cardinales -la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza-, porque en torno a ellas giran todas lasdemás: por ser necesarias para el buen desarrollo de la virtud cardinal, por ser diferentes especies subordinadas a la virtud cardinal o por ser una virtud aneja. Hasta aquí, no he mencionado el término virtud social. Estrictamente, no existe tal virtud. Se usa ese adjetivo para destacar el papel que juegan ciertas virtudes en facilitar el servicio a los demás, a la sociedad. Personalmente, creo quehacer una distinción entre individuo y sociedad puede producir mucha confusión porque la sociedad únicamente existe en función de las personas que la constituyen y la persona es un ser social que necesita de los demás. Por tanto, nos conviene pensar en todas las virtudes como virtudes sociales, aunque alguna de ellas suene más «social». Por eso, hablaremos de un conjunto de virtudes que ayudan acada persona a ser más señor de sí mismo para mejor servir a los demás.
Creo que a todos los padres de familia les gustaría que sus hijos fueran ordenados, generosos, sinceros, responsables, leales, etc., pero existe mucha diferencia entre un deseo difuso que queda reflejado en la palabra «ojalá» y un resultado deseado y previsto y, por lo menos en parte, alcanzable (que es la definición de unobjetivo). Si la formación de los hijos en las virtudes humanas va a ser algo operativo, los padres tendrán que poner mucha intencionalidad en su desarrollo. Para ello hace falta estar convencido de su importancia.
La familia es una organización natural donde se relaciona lo más profundo de cada persona, o sea, su intimidad. Precisamente por eso, cabe, en la familia, la aceptación de la persona talcomo es, predominantemente por lo que es y no por lo que hace. Si pensamos en otras organizaciones en la sociedad, vemos cómo las personas son aceptadas por su funcionalidad. Por ejemplo, el jugador de fútbol es aceptado mientras mete goles. Cuando deja de meterlos se le rechaza. En el colegio, en principio, cada alumno es aceptado en función de ser estudiante. Si no estudia, es rechazado. En lafamilia, en cambio, cada persona tiene la oportunidad de ser aceptada por lo que es, irrepetiblemente.
El centro educativo no es una organización natural, sino una organización cultural y, mediante la cultura, apoya a los padres en la formación de los alumnos. Pero los padres, siendo los primeros educadores de sus hijos, y conviviendo con ellos en la institución natural que es la familia, debenatender, en la educación, lo que le es connatural. Concretamente, se trata de atender al desarrollo de los hábitos operativos buenos, que son las virtudes humanas. No se debe pensar que es lícito delegar esta función en el centro educativo.
Esto es un motivo importante para dedicarse al desarrollo intencional de las virtudes humanas -su desarrollo es connatural a la familia-. Pero, también, debemos...
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