Formacion del criterio
Formar el criterio es preparar al hombre
Para hacer buen uso de su vida, para vivir bien;
lo cual quiere decir que es
prepararle para su propia felicidad.
A. Maura
Resumen
El criterio es el marco intelectual que da sentido a la aventura humana de explorar y conquistar el mundo. Es la norma para discernir entre lo verdadero y lo falso. Es la clavepara decodificar la verdad impresa en la realidad. Visto así, el criterio coincide con el anhelado pensamiento crítico. El educando espera la ayuda necesaria para la formación de su yo-ideal-crítico al cual desea permanecer fiel. Un criterio bien formado se muestra como aspiración, intencionalidad, apertura y conciencia de realización. Así, la formación del criterio queda entendida, cómo ejercitara la persona en el uso responsable de la libertad.
Nuestra afición por las ventanas
Por extraños mecanismos de asociación mental, desde que acepté abordar el tema del criterio recordé cierto criterio cuyo autor confiesa su arraigada afición por esos espacios abiertos, delimitados, definidos, llamados ventanas. Y es fácil suponer que, en términos generales, toda personalidad sana comparteesa afición. Esto viene a cuento porque, a mi modo de ver, una ventana guarda cierta afinidad con el criterio, entendido como forma única de ver el mundo; norma para discernir; capacidad de enjuiciar por sí mismo; marco intelectual que da sentido a la aventura humana de explorar y conquistar el mundo.
Una ventana significa –también en términos generales- aire, luz, color. En sucotidianeidad, comunica perspectiva, claridad y placidez al sentido y la mente. En su magia, proporciona al espíritu una discreta intimidad, libre apertura, firme arraigo. Eso puede ser, como un libro abierto a la vida, una lección de realidad: deslumbrante o sórdida. Podemos verla como un diorama de historia, o como un espectáculo estimulante que franquea la entrada a un sinfín de posibilidades. Abrir unaventana es como descorrer el velo que oculta la verdad de las cosas.
Y ya desatada la asociación, podríamos decir que lo que llamamos criterio propio se asemeja a una ventana abierta desde la cual cada una aprecia el mundo y toma posición personal ante la existencia. Desde esa versión, única, irrepetible en el espacio y la historia, arranca nuestra puesta en marcha hacia las cosas(contemplación) y hacia los demás (amistad). Es mantener el contacto con la vida. Es aprender a no separar ni confundir: inteligencia e imaginación, voluntad y afectividad, libertad y espontaneidad, fines y medios. Mientras más clara sea esa visión, mejor nos alentará para aspirar a lo que está más allá, y por encima, de nuestra situación presente.
Un mundo sin ventanas
Pero si nos dejamos arrastraracríticamente por nuestra afición a las ventanas, hasta el extremo de maximizarlas sin mesura, de modo que en todas direcciones despreciarán sus límites – que fueran un puro vano infinito -, terminaría por no haber paredes… ¡pero tampoco existirían ventanas! Otro tanto ocurrirá si minimizáramos tanto la oquedad de la ventana hasta hacerla desaparecer. En este caso, sólo tendríamos una pared cerraday nuevamente nos quedaríamos sin ventana. Nuestra realidad sería cerrada; un mundo sin ventanas.
Mutatis mutandi, demasiado estrecho o demasiado abierto, el criterio deja de ser regla, la medida justa para distinguir entre dos o más alternativas, para discutir entre lo verdadero y lo falso. Porque el criterio es, en primera instancia, un acto judicativo del intelecto: un problemagnoseológico. Coincide con el anhelado pensamiento crítico cuya función e estimular, regular e integrar nuestra vida intelectual, cuando ésta aspira a armonizar verdad y certeza, veracidad y sinceridad.
El criterio personal se puede caracterizar, entonces, como la norma, clave en parte natural y en parte adquirida, de la cual se vale el intelecto para abrir, desentrañar, leer e interpretar la verdad...
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