garantias de justicia...
DE LA CONSTITUCIÓN
Allan R. BREWER-CARÍAS
SUMARIO: I. La supremacía constitucional y sus garantías.
II. El control jurisdiccional de la constitucionalidad y el
fin del absolutismo parlamentario. III. La justicia constitucional y las limitaciones constitucionales a los órganos estatales. IV. La legitimidad del control jurisdiccional de laconstitucionalidad y los sistemas de distribución del poder
público. V. El juez constitucional y la protección de derechos
fundamentales. VI. El juez constitucional como guardián de
la Constitución, y el problema del control del guardián.
En el mundo contemporáneo, el signo más característico del Estado de
derecho o del Estado sometido al derecho es, sin duda, la existencia de un
sistema de controljudicial de la conformidad con el derecho de todos los
actos estatales, lo cual se aplica no sólo a los actos administrativos, por
medio del tradicional control contencioso administrativo, sino a las leyes
y demás actos estatales de similar rango, mediante el sistema de justicia
constitucional.1
*
Profesor de la Universidad Central de Venezuela; vicepresidente de la Academia
Internacional deDerecho Comparado.
1
Por eso Jean Rivero estimó que el último paso en la construcción del Estado de
derecho, es que el legislador mismo esté sometido a una norma superior, la Constitución, “Rapport de Synthèse”, en Favoreu, L. (ed.), Cours constitutionnelles européennes
et droits fundamentaux, París, 1982, p. 519. Asimismo P. Lucas Murillo de la Cueva,
calificó a la justicia constitucionalcomo “la culminación de la construcción del Estado
de derecho”, “El Examen de la Constitucionalidad de las Leyes y la Soberanía Parlamentaria”, Revista de Estudios Políticos, núm. 7, Madrid, 1979, p. 200.
25
26
ALLAN R. BREWER-CARÍAS
Este principio, que puede hoy considerarse elemental y que tiene sus
raíces en el constitucionalismo norteamericano,2 sin embargo, sólo se
consolidó enEuropa continental hace pocas décadas, con las adopción
de la noción de Constitución rígida, el principio de su supremacía, la
garantía de la nulidad de los actos estatales que la vulneren, la consagración constitucional de los derechos fundamentales, y la consideración de la Constitución como norma de derecho positivo directamente
aplicable a los ciudadanos,3 cuya aceptación, incluso, fuecalificada hacia fi nales del Siglo pasado como producto de una “revolución”,4 que
los países europeos sólo en las últimas décadas de dicho siglo comenzaron a “redescubrir”.5
Ahora bien, la justicia constitucional, es decir, la posibilidad de control judicial de la constitucionalidad de las leyes y demás actos estadales, deriva precisamente de esa idea de la Constitución como norma
fundamental ysuprema, que debe prevalecer sobre toda otra norma o
acto estatal; lo que implica el poder de los jueces o de ciertos órganos
constitucionales en ejercicio de funciones jurisdiccionales, de controlar la
constitucionalidad de los actos estatales, incluidas las leyes, declarándolos incluso nulos cuando sean contrarios a la Constitución. Ese fue el
gran y principal aporte de la RevoluciónNorteamericana al constitucionalismo moderno, y su desarrollo progresivo ha sido el fundamento
de los sistemas de justicia constitucional en el mundo contemporáneo.
Como lo expresó en su momento Manuel García Pelayo:
2
Véase en particular Hamilton, A, The Federalist, Cambridge Mass. 1961, letter
núm. 78, pp. 491-493. Véanse además, los comentarios de Tocqueville, Alexis de, Democracy in America,Londres,1968, vol. I, p. 120.
3
Véase García de Enterría, Eduardo, La Constitución como norma y el Tribunal
Constitucional, Madrid, 1981.
4
Véase Rivero, J., “Rapport de Synthèse”, en Favoreu, L. (ed.), Cours constitutionnelles européennes et droits fundamentaux, París, 1982, p. 520, donde califica la
aceptación de muchos de esos principios por el Consejo Constitucional como una “revolución”....
Regístrate para leer el documento completo.