GUERRA DE LA PULGA
(Robert Taber)
Resumen
La guerra de guerrillas, con la amplitud que aquí la examinamos, es una guerra revolucionaria, que lanza al combate a la población civil, o a una parte considerable de ella, contra las fuerzas armadas del poder gubernamental legal o de facto.
La tarea central de la guerrilla es lograr que la población se transforme en militante, ya que sin suconsentimiento no hay gobierno que dure un día.
A modo de comparación, digamos que las guerrillas de Fidel Castro, peleando en una isla cuya población era de cerca de siete millones de habitantes, en ningún momento pasaron de los quinientos hombres armados. Así, cuando en diciembre de 1958, se produjo la batalla decisiva de Santa Clara, que cortó a la isla en dos, la ciudad entera se vio envuelta enel conflicto, exceptuando la pequeña guarnición aislada. Y cuando Batista abandonó finalmente el país durante los últimos días del año, la población entera de Cuba, de hecho, reclamó para sí la victoria. Lejos de permanecer aislados o indiferentes, parecía como si todos hubieran sido rebeldes.
Puede emplearse con éxito la táctica guerrillera contra las guerrillas? La respuesta es negativa.Suponer otra cosa es caer en el sofisma de los métodos. El hecho de quitarle el cuero cabelludo a un piel roja, no hace que un blanco se vuelva piel roja. Como no hace guerrillero a un marino de los Estados Unidos el ponerse un uniforme con manchones que simulan maleza.
Cuando hablamos de la lucha guerrillera nos referimos a los guerrilleros políticos, civiles armados para quienes el rifle o elmachete no es el arma principal, sino sus relaciones con la comunidad o la nación, en y por la cual pelean.
La insurrección o la guerra de guerrilla es el agente del cambio social o político de tipo radical; es la cabeza y el brazo derecho de la revolución. La contrainsurrección es una forma de la contrarrevolución, el proceso que se opone a la revolución. Son las dos caras de la medalla que no debenconfundirse, como tampoco a sus agentes, a pesar de tener semajanzas superficiales.
Dado el carácter político de la lucha, la disparidad de medios a disposición de las dos fuerzas y, sobre todo, la completa oposición de fines estratégicos, no es posible que las tácticas fundamentales de la guerrilla sean válidas para el ejército que se les opone, y sólo puedan tener una validez sumamente limitadapara los especialistas en la contrarrevolución, los oficiales de las Fuerzas Especiales de los Estados Unidos que tratan de imitarlas.
Las razones son muy claras.
Primero, la guerrilla tiene la iniciativa; es ella quien comienza la guerra y quien decide dónde y cuándo hay que atacar. Su contrincante militar está obligado a esperar y mientras espera tiene que estar en guardia en todas partes.El ejército gubernamental, tanto en tiempo de paz como en la guerra, mantiene una posición defensiva a tono con su papel de policía, es decir, de guardián de la propiedad pública y privada.
La función del ejército es proteger las grandes propiedades: ciudades, pueblos, aldeas, tierras cultivadas, comunicaciones, comercio y, con frecuencia, cierta base de tipo industrial. Hay que tener en cuantatambién la inversión puramente militar: guarniciones, avanzadas, líneas de abastecimiento, convoyes, aeropuertos, las mismas tropas y su dotación de armamentos, cuya captura es el objetivo táctico principal de la guerrilla porque le permite armar más contingentes. Por último, debe preservar y fortalecer el sistema político, sometido ya a varias presiones, desde que brota el foco insurreccional.Todos estos aspectos referentes al régimen y a su ejército regular, presetan un blanco muy vulnerable al enemigo que es tan huidizo e incorpóreo como el viento.
Porque, mientras el ejército sufre del embarazo de su abundancia, especialmente en armamentos muy costosos que resultan inútiles, la guerrilla goza de la libertad de su pobreza. No es dueña más que de la camisa y del rifle que lleva a...
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