Guillermo Bonfil Batalla
Bonfil Batalla nos demuestra convincentemente que bajo la aparente igualdad de los habitantes de nuestro país a lo que nos enfrentamos es a la diversidad más amplia. No sólo porque por un lado debamos contar a los mestizos, por el otro a los indios y por otro más a algunas minorías de origen africano o asiático. La realidad es que constituimos un país de países, entanto que ni siquiera antes de la llegada de los europeos existía una sola nación indígena. En la época en que nuestro país alcanzó su independencia, adoptó el nombre oficial de Estados Unidos Mexicanos y en los hechos prácticos el de México, pero en la etapa previa a la invasión europea fuera de México-Tenochtitlan, fuera de la ciudad azteca, no había mexicanos, sino Tepanecas, Texcocanos,Xochimilcas, Otomíes, Mazahuas, Totonacas, Purépechas, Matlatzincas y una miríada de pueblos más.
El nombre de la ciudad de los aztecas dio, en una primera etapa, nombre a la región en que se asentaba, posteriormente a la provincia y al Estado que hoy sigue llevando el nombre de México; más tarde a toda la comarca adjunta y finalmente al país mismo, y con ello ocurrió una sinécdoque conceptual: de ladiversidad, de la pluralidad, se tomó una de sus partes para confundirlo, para tratar de identificarlo con el todo discontinuo y complejo. De ahí la creencia de que entre los mexicanos no hay más diferencias que las muy evidentes desde el punto de vista físico, y las de vivir en lugares diversos.
Por otro lado, subraya nuestro autor, habría que ver que si bien los pueblos que habitaban el actualterritorio nacional, compartían frecuentemente rasgos culturales comunes, constituían culturas diferentes y específicas. Pero habría que ver que ni siquiera existía homogeneidad absoluta entre los pueblos pertenecientes a una misma familia lingüística; ni al menos en aquellos de habla náhuatl o en aquellos que practicaban las lenguas mayences, muchos de los cuales ni siquiera llegaron a conocerse entresí.
Tampoco existe en la actualidad, por más que se proclame en leyes y decretos, homogeneidad cultural ya no entre los pueblos indígenas, sino siquiera entre los grupos mestizos del país. A lo anterior habría que agregar, como apuntaba certeramente nuestro autor, que existen no sólo diferencias culturales horizontales, es decir aquellas que saltan a la vista cuando pasamos de un grupo social aotro, de un territorio específico a otro contiguo o lejano; sino además aquellas que nuestro autor denomina diferencias verticales. Es decir, aquellas que obedecen a la división jerarquizada de lo que se llama la sociedad nacional –y aún en el seno de un solo grupo social- que se organizan en estratos y en clases.
Es incluso muy probable que existan más diferencias entre los grupos mestizos delpaís que entre los que llamamos pueblos indios, aunque en términos generales tengan más o menos las mismas tendencias socio culturales, y más o menos las mismas mentalidades. Los también llamados -por comodidad de la explicación- grupos mestizos, sin embargo, han coincidido en algunas conductas históricas y sociales. Por ejemplo, la mayoría de las veces en que algunos de ellos han tomado decisionestrascendentes, que afectan a todos los grupo sociales del país, ni siquiera han conocido, ni tomado en cuenta al menos el sentir de los pueblos indígenas. Tampoco les han hecho participar en las discusiones y acciones para definir el modelo de estado y de nación que se han querido construir en las distintas etapas de formación histórica del país, sino que, además, esos grupos mestizos parecencoincidir en otros propósito, pues, como señala Bonfil Batalla “... la intención de todos los bandos que disputaban el poder (ha) sido la de consolidar la nación, entendiendo por esto la incorporación paulatina de las grandes mayorías al modelo cultural que había sido adoptado como proyecto social ...un modelo netamente occidental” [Bonfil Batalla, 1987: 104].
Otro de los puntos tratados por...
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