Hayek
Desde Hayek, el liberalismo libertario puede entenderse como la doctrina que defiende la libertad individual en el marco de un orden social espontaneo. Para argumentar a favor de esta doctrina, el autor critica el concepto de justicia social. Hayek homologa la justicia social a la distributiva, desgarrándola de su justificación y sentido.
En término principal, el autor establece que el ordensocial espontaneo no deriva de ninguna mente que haya tomado una decisión deliberada. Dicho enfoque personaliza a la sociedad e imputa como injusta una distribución desigual de recursos en tanto que no se condice con los meritos de cada cual. Sin embargo, la distribución desigual de los recursos no depende de ninguna entidad decisoria, por lo cual no puede concebirse como injusta o justa, siendoresultado natural de la emergencia de un orden mercantil.
“Dicha distribución en realidad, es fruto de un proceso cuyos efectos no fueron propiciados ni previstos por nadie cuando surgieron las correspondientes instituciones. Perduraron éstas porque permitían mayor satisfacer las expectativas vitales de la mayor parte de la población. Exigir que tal proceso sea además justo implica evidentedislate. Y es manifiestamente injusto privilegiar en semejante tipo de sociedad a algunos, cual si tuvieran derecho a una concreta participación del producto social” (p. 123).
El respeto y la tolerancia a la justicia social solo convienen en tanto serenan el ánimo de quienes la sustentan, siendo en realidad una creencia pseudo-religiosa que conviene combatir en tanto atente contra los valoresesenciales sobre los que se ha levantado el estado actual de la civilización humana. Agregar la justicia social al esquema de valores de la humanidad equivale a destronar el actual orden social espontaneo. Se negarían los valores que han permitido a la humanidad acceder a la civilización. Esta organización social es imprescindible para el florecimiento de valores morales heredados que son la salvaguardade nuestra libertad personal. El argumento principal, entonces, dice relación con que el liberalismo libertario defiende un orden social cuyos valores han permitido que la humanidad progrese y satisfaga de mejor manera las expectativas vitales de cada individuo en el inserto. Por supuesto, el autor, por ende, debe criticar el principio de justicia distributiva con el fin de apoyar la idea de unliberalismo libertario que abogue por un orden social que no esté organizado ni deliberadamente y que permita la actuación libre de cada individuo en el inserto.
En el marco de una sociedad libre, las posiciones ocupadas por distintos individuos y grupos no dependen de nadie y no pueden modificarse en virtud de norma alguna de carácter general, por lo que las diferencias no podrán catalogarse dejustas o injustas. Entonces, no hay principio de conducta individual capaz de configurar un esquema de distribución, que como tal, pueda concebirse como justo. Tampoco, nadie puede, por ende, dilucidar como debe comportarse para asegurar a los congéneres una justa distribución de la riqueza.
Para Hayek la justicia es atributo humano del comportamiento que se entiende como conveniente colectivamentea exigir para asegurar la formación y el mantenimiento de un orden social fructífero. Lo anterior supone que se puede predicar la justicia de los resultados intencionados del comportamiento, pero no de cualquier otra realidad que no haya sido por alguien deliberadamente propiciada. Exige ella que en el trato con otra u otras personas, esto es, al asumir comportamientos que afecten interesesajenos, se respeten normas que obliguen a todos por igual.
El proceso mercantil es impersonal y asigna los derechos dominicales correspondientes a los distintos bienes y servicios de forma que no puede ser caracterizada de justa o injusta, en tanto que nada de deliberado hay en esto.
Manteniendo el argumento en defensa del liberalismo libertario, el orden social espontaneo ha evidenciado ser capaz...
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