Historia Clinica
A. Gómez Papí1,3, J. Paricio Talayero2,3 y R. Closa Monasterolo1. 1 Servicio de Pediatría. Hospital Universitari de Tarragona “Joan XXIII”. Hospital Amigo de los NiñosOMS/UNICEF 1997. Facultad de medicina. Universidad Rovira i Virgili. Tarragona. 2 Servicio de Pediatría. Hospital Marina Alta, Hospital Amigo de los Niños OMS/UNICEF 1998. Denia (Alicante, España). 3Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.
INTRODUCCIÓN Empieza a ser frecuente que madres lactantes nos consulten si pueden tomar un antidepresivo, un antibiótico, o ponerseanestesia local para un procedimiento dental; realizarse una gammagrafía renal; beber vino en las comidas; tomar infusiones de boldo o consuelda; o seguir trabajando en un laboratorio fotográfico enel que pueden inhalar vapores de cromo. Las mujeres que defienden su lactancia nos piden una respuesta clara y bien documentada, máxime en el caso de obtener una información de incompatibilidad entrela lactancia y el medicamento consultado.1. Como profesionales, nos enfrentamos ante estas cuestiones con una información escasa, dispersa y contradictoria. En el Vademécum Internacional, cuyainformación suele coincidir con el prospecto del medicamento en cuestión, en más del 95% de los medicamentos la recomendación es suspender la lactancia o no tomar el medicamento en caso de lactancia, sinargumento alguno o, como mucho, que el medicamento pasa a la leche2. En muchas ocasiones viene en un apartado de “Embarazo y lactancia” cuando nada tiene que ver el potencial teratógeno de un medicamentocon un posible efecto secundario a un lactante. En más del 90% de las veces esta contraindicación absoluta o relativa no se corresponde con las basadas en datos publicados por autores3, 4 y entidadesde prestigio: Organización Mundial de la Salud5, Asociación Española de Pediatría 1 o Academia Americana de Pediatría6. Aunque, debido a la habitual sobrecarga asistencial, lo que necesitamos los...
Regístrate para leer el documento completo.