Historia de la maratom
Fueron palabras de alto calibre: “Lo mataron, a mi papá lo mataron”.
La frase la pronunció Eykol Arroyo -la tercera hija de Álvaro José Arroyo-, en el mismo instante en el que se enteró de la muerte de su padre, el pasado 26 de julio frente a la Clínica La Asunción, de Barranquilla (Vea acá la vida deJoe Arroyo en imágenes).
No mencionó nombres, pero su frase aludía al sombrío final que tuvo su padre, en el cual los principales protagonistas son su última esposa, Jacqueline Ramón; su último representante, Luis Ojeda; los excesos y descuidos que tuvo el propio artista y que pudieron haber sido evitados, los sentimientos de culpa de los amigos que hoy aseguran no haber tenido el valor parasalvar al genio de una tragedia anunciada y los conflictos legales que ahora aparecen tras un jugoso legado musical.
Sin embargo, para entender cuándo y cómo comenzó la ruina del Joe Arroyo, el más prolífico cantante e intérprete de la música nacional de los últimos 50 años, habría que ahondar en dos realidades definitivas de su vida: su salud y su estabilidad emocional, ambas seriamente afectadaspor los quebrantos (Conozca acá a las mujeres de Joe Arroyo).
Una historia cantada
Para nadie fue un secreto que el Joe fue adicto al bazuco por más de 35 años. De hecho, según confesó años atrás su compañero de tarima Wilson Manyoma, “fue en 1977, en un viaje a Perú, cuando entró en su vida esa candela prohibida”.
Y tal como lo testifican varios de sus allegados, el ‘Maestro’ jamás pudo hacerun corte definitivo con el vicio. Incluso, EL TIEMPO pudo establecer que Arroyo estuvo esclavizado por ese ‘humo callejero’ hasta sus últimos días. “Yo lo llevé a San Salvador, que es una ‘olla’ aquí en Barranquilla, una semana antes de que cayera en la clínica a finales de mayo. Y hasta dejó un radiecito que llevaba”, declaró un taxista de la ciudad (Vea acá el especial multimedia ‘Adiós alCenturión de la Noche).
De la misma manera, el ‘Centurión de la Noche’ (como se le conoció) sufrió a lo largo de su vida varias enfermedades que incluyeron hipertiroidismo, diabetes, severas afecciones pulmonares, frecuentes fatigas musculares y complicaciones cardiacas y renales, que fueron las que lo llevaron a la tumba.
Por otra parte, Arroyo recibió duros golpes emocionales que lo arrastraron a unhoyo sin salida: el 31 de octubre de 2001, tras un ataque al corazón, su hija Tania falleció a la edad de 26 años. Luego, el 21 de junio de 2002, murió su madre, Ángela González, y en la mitad de ambas tragedias, el Joe rompió con su más larga y profunda historia de amor: Mary Luz Alonso, quien hoy afirma: “Me equivoqué, cometí errores, dejé a mi negro y ahora lo lamento. Pero sé que él siempreme amó, porque lo dijo muchas veces en los últimos meses y en público, porque nos volvimos a encontrar y, por eso, Jacqueline nos lo prohibió a todos, hasta a sus hijas” (Fechas y discos claves de la vida de Joe Arroyo).
Según Jimmy Peña, amigo personal del Joe y coordinador de las giras de su orquesta en EE. UU., “desde aquella ruptura (con Mary), el hombre perdió el brillo de sus ojos, se volvióun hombre triste, su carrera decayó, en medio de su soledad se juntó con Jacqueline Ramón y, luego, nadie pudo salvarlo”.
El legendario Fruko, uno de los mejores amigos del difunto Joe, también declaró: “Desde que se casó con ella nunca pude hablar con mi hermano. Sin explicación alguna, nos separó”.
Después de tres años de noviazgo, el Joe Arroyo se casó con Jacqueline Ramón el domingo 30 deenero de 2005. “Entonces, todo se complicó. Todo fue misterio, ostracismo y oscuridad. Miles de veces intenté acercarme para abrirle los ojos, pero no pude. Hoy ya es muy tarde”, admitió ‘El Checo’ Acosta, otro de sus amigos íntimos, quien, junto a otras leyendas de la música costeña, como Juan Piña, Tom y Javier (cantantes del grupo Bananas), fueron vetados por Ramón el pasado 6 de julio, cuando...
Regístrate para leer el documento completo.