Historia de mexico
Un nuevo fantasma parece andar suelto por el mundo y tiene nombre: volkgeist. Nación y nacionalismo, protagonistas de los dos siglos pasados, regresan con prepotencia en el mundo de la globalización desafiando a cuantos vaticinaban su desaparición.
El derrumbe de las ideologías, la evaporación de las utopías, la huida del pensamientofuerte, la vertiginosa aceleración de los flujos culturales y el abatimiento de los límites espacio-temporales parecen no tener efectos en el siempre poderoso llamado del espíritu nacional.
El fenómeno nacionalista regresa hoy con una intensidad que no se había visto desde la época de la descolonización de los años sesenta. Es de una vastedad inconcebible y, al mismo tiempo, de mil caras,multiforme; observamos luchas de liberación nacional (Kurdistan, Palestina, País Vasco, Irlanda del norte, Eritrea, Timor, Chechenia), luchas por los derechos de los pueblos oprimidos (indios de América Latina, aborígenes australianos, tibetanos), desintegración de Estados multinacionales (ex-URSS, Yugoslavia, Checoslovaquia), conflictos en tres nacionalidades (Serbia/Bosnia/Kossovo, Sri Lanka,Moldavia, Cáucaso), reivindicaciones de autonomía regional con tendencia nation-building (Escocia, Cataluña, Córcega, Que bec, “Padania”), desafíos nacionalistas antiimperialistas (Cuba, Irak, Venezuela), movilizaciones nacionalitarias en contra de la globalización, radicalismos identitarios (populistas, neofascistas), racialistas (neonazi), nacional-religiosos (fundamentalistas), etc. (Berberoglu,1995).
Para comprender el significado de este mayúsculo resurgimiento mundial es necesario penetrar la naturaleza del fenómeno, ponerlo en relación con el otro, aparentemente contradictorio, de la globalización y encontrar el sentido de su irrupción tan exitosa en la esfera de la política y cultura contemporánea. Puesto que el nacionalismo se muestra desde siempre reacio a definiciones claras,unívocas, comenzaré esta exposición con su genealogía, un esbozo de su contextualización en el tiempo.
Las raíces históricas: una visión retrospectiva
No es necesario remontar muy atrás para encontrar los rastros del nacionalismo. Históricamente es un producto genuino de la modernidad. Su primera manifestación reconocible es la declaración del Tercer Estado, en el París de 1789, donde éste es la“Nación” soberana, reunida bajo los lemas de “libertad, igualdad, fraternidad” y muy pronto, el tricolor, el gorro frigio y la “marsellesa”. “La Revolución Francesa”, escribe Jean Plumyène (1982:19): Tiene, en la historia, el papel de arranque. Con la Revolución Francesa el
nacionalismo abandona las regiones del sueño de su elaboración y cae, por así decirlo, del cielo, precipita en la tierra, tomacuerpo, entra en la actividad “política”. “¡Viva la Nación!”. El grito resuena en la historia del mundo por primera vez al derrumbarse el poder real, cuando las masas movilizadas mueven
la guerra a los tronos marchitados.
La idea revolucionaria de “nación” con sus corolarios de soberanía pop u lar e igualdad ciudadanase propagó en pocos años como un fuego por toda Europa. Era una idea quehabía encontrado bayonetas: las de la Grande Armée de Napoleón Bonaparte. La “nación” simbolizaba entonces la unidad y autodeterminación política del “pueblo”, entendido como la unión de los ciudadanos libres e iguales frente a los poderes tradicionales de las aristocracias y realezas del continente. Un mensaje democrático explosivo que los franceses anunciaban a todo el mundo, al izar el tricolorde la Grande Nation en las tierras que caían rápidamente bajo el dominio de un aparato militar nunca antes visto.
Muy pronto fue claro que el pretendido “universalismo” de la nación francesa era, en realidad, un nacionalismo particular que manifestaba desde el comienzo rasgos imperialistas, teniendo a Rousseau como su teórico fundamental. Otras “naciones” tomaron vida por inspiración o por...
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