Historia
EL NEGOCIO DEL CONTRABANDO
El contrabando fue el gran negocio de Buenos Aires al menos desde 1594, cuando la Corona cerró este puerto para defender a los comerciantesde Sevilla y Lima que veían en riesgo el abastecimiento exclusivo de Potosí, el gran centro minero sudamericano poblado por 100.000 personas. En esos tiempos, Buenos Aires era una aldea marginal que nosuperaba los mil habitantes. El monopolio comercial trataba de asegurar que el tráfico de mercaderías, oro y plata, se hiciera sólo de Cádiz a Lima por Panamá. Pero desde el Potosí a Panamá había3.600 leguas y nueve trasbordos, mientras Buenos Aires estaba a apenas 320 leguas.
Esclavos africanos, azúcar de Brasil, textiles de Holanda, vinos portugueses o manufacturas de hierro y porcelanainglesas podían venderse mucho más barato en Buenos Aires. Desde allí llegarían a Potosí con una ganancia para los importadores, compitiendo a buen precio con Lima. Estaba claro que la Corona españolaenfrentaba además un desafío: si prohibía todo el comercio, Buenos Aires se despoblaba —ya había ocurrido luego de 1536—, dejando la región libre para los avances de Portugal y de su socio comercial,Inglaterra.
El dilema se hizo más intenso luego de 1680, cuando Portugal creó frente a Buenos Aires una base comercial, Colonia del Sacramento, lo que obligaba a aumentar los gastos militares. EnControl y contrabando colonial en el siglo XVII en Buenos Aires, el historiador Zacarías Moutokias explica que la solución fue permitir el contrabando bajo ciertas reglas. La ley autorizó entonces las"arribadas forzosas" de barcos al puerto por mal tiempo, la entrada de "navíos de registro" —buques autorizados sin escolta de galeones— que pagaban multas por entrar sobrecargados, además del decomisoy remate público de mercaderías contrabandeadas.
Claro que la ley tenía sus trampas. Ya en 1614 el gobernador Hernandarias escribió al rey extrañándose por la riqueza del Tesorero Real de Buenos...
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