historia
APOLODORO. Me considero bastante preparado para referirnos lo que me pedís, un conocido mío que venía detrás de mí, me avisto, y llamándome de lejos. Yo medetuve y le aguarde. Me dijo: justamente andaba en tu busca. No es exacto, y ese hombre no te ha dicho la verdad, le respondí, puesto que citas esta conversación como si fuera reciente y como si hubierapodido yo estar ahí presente. Algunas veces pregunte a este sobre las particularidades que me había referido. Lloro vuestra obcecación y la de vuestros amigos; creéis hacer maravillas y no hacéis nadabueno. EL AMIGO DE APOLODORO: Tu siempre el mismo, Apolodoro; hablando mal siempre de ti y de los demás, excepto Sócrates. APOLODORO: he aquí lo ocurrido poco más o menos: o mejor es que tomemos lahistoria desde el principio, como Aristodemo me la refirió. ¡Oh, Aristodemo! Seas bien venido si vienes a comer con nosotros. Si vienes a otra cosa, ya hablaremos otro día. En este vino un esclavo aanunciar que había encontrado a Sócrates de pie en el umbral de la casa próxima, y que habiéndole invitado, no había querido venir. Ahora vosotros esclavos servidnos. Traed lo que queráis, como si notuviera que recibir órdenes de nadie, porque ese es un cuidado que jamás he querido tomarme. Comenzamos a comer, y Sócrates no parecía. En fin, Sócrates entro después de haber hecho esperar algúntiempo. Ven Sócrates, le dijo, permite que este lo más próximo a ti para ver si puedo ser partícipe de los magníficos pensamientos que acabas de descubrir. Cuando Sócrates se sentó y dijo; ¡Ojala, Agatón,que la sabiduría fuese una cosa que pudiese pensar de un espíritu a otro, como corre el agua, por medio de una mecha de lana, de una copa llena a una copa vacía!. Eres muy burlón, replico Agatón, ahorade lo que se trata es de comer. No hablo de Sócrates, que bebe siempre lo que parece, y no le importa nada la resolución que se toma. Que vaya a tocar para sí, y si lo prefiere, para las mujeres...
Regístrate para leer el documento completo.