historia
Corría el año 1880 cuando llegó a manos del psicólogo y fisiólogo austríaco Josef Breuerel curioso caso de una joven de 21 años con un claro diagnóstico de histeria, una enfermedad nerviosa que por aquel entonces afectaba aun gran número de mujeres (de ahí su etimología, en referencia alútero). El pseudónimo que pasó a la historia se lo debemos a Breuer, que bautizó así su historia clínica.
Así, Anna O llegó a padecer ceguera, sordera, parálisis parcial de brazos y piernas,estrabismo ocular y, lo más llamativo, una grave afección en el lenguaje (parafasia) que le llevaba en ocasiones a perder la capacidad del habla o incluso a olvidarse de su lenguaje nativo, el alemán,sustituyéndolo por otros que ni siquiera dominaba, como el inglés o el francés.
Esta joven, que en palabras del doctor «llevaba una vida en extremo monótona» (cuidaba a su padre enfermo), llegó a padecer uncomplicadísimo cuadro de síntomas, a primera vista inconexos y aleatorios, pero a los que, tras más de un año de tratamiento, el médico vienés encontraría explicación mediante un paciente buceo en elsubconsciente de Pappenheim.
Tal fue el caso que durante un período extenso del tratamiento, según cuenta Breuer, «solo hablaba inglés y no entendía lo que se le decía en alemán». O incluso, realizabade forma inconsciente la lectura en alto en inglés de textos escritos en francés o italiano.
Entre muchos de los episodios dignos de mención podemos destacar aquel en el que a Bertha «se le volvióimposible beber». Tras una seis semanas a base de frutas que le proporcionaban hidratación, la joven desveló en una sesión de hipnósis el trauma que provocó aquella hidrofobia: su dama de compañía...
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