Historias de la ciencia y del olvido - oliver sacks
Oliver Sacks Daniel J. Kevles R. C. Lewontin Stephen Jay Gould Jonathan Miller
Edición de Robert B. Silvers Traducción de Catalina Martínez Muñoz Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o defotocopia, sin permiso previo del editor. Título original: Hidden Histories of Science Diseño gráfico: Gloria Gauger © Los autores y NYREV, Inc., 1995 © De la traducción, Catalina Martínez Muñoz © Ediciones Siruela, S. A., 1996 Plaza de Manuel Becerra, 15. «El Pabellón» 28028 Madrid. Tels.: 355 5^ 20 / 355 22 02 Telefax: 355 22 01 Printed and made in Spain
Indice Introducción Robert B. SilversHistorias de la ciencia y del olvido Oliver Sacks. Escotoma: Una historia de olvido y desprecio científico Daniel J. Kevles Contra viento y marea: Una historia de coraje, virus y cáncer R. C. Lewontin Genes, entorno y organismos Stephen Jay Gould Escalas y conos: La evolución limitada por el uso de iconos canónicos I. Culturas de presentación y el papel de la iconografía II. La escala o la marcalineal de la evolución III. La versión culta de la escala IV. El cono como símbolo de la diversidad Jonathan Miller Una vía hacia lo inconsciente Nota sobre los autores
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Introducción Una noche, después de cenar en un restaurante de Nueva York, Oliver Sacks me contó que había leído con enorme interés una nueva biografía sobre Humphry Davy, el gran químico inglés que, a principios del sigloXIX, aisló por primera vez elementos como el potasio, el sodio, el calcio y el magnesio, e inventó, entre otras cosas, la lámpara de carburo para los mineros. Davy, me dijo, había sido el héroe de su niñez, y ahora, al leer la nueva biografía escrita por David Knight, Sacks recordó algo que en parte había olvidado: que Davy fue amigo de Wordsworth, Southey y, especialmente, de Coleridge, quienasistía siempre a sus conferencias. El propio Davy escribió algunos poemas y vivió en una época en la que ciencia y poesía se consideraban empresas igualmente creativas, modelos complementarios para la exploración de la naturaleza. Como cualquier otro editor habría hecho en mi lugar, le pedí a Oliver que escribiese algo sobre Humphry Davy y su nueva biografía, y al cabo de pocas semanas nos envió unmagnífico ensayo no sólo sobre Davy, sino también sobre la historia de la ciencia, y sobre cómo ésta puede albergar visiones profundamente sugerentes y a menudo olvidadas acerca del funcionamiento de la naturaleza y de la mente humana. La ciencia se considera a sí misma en ocasiones como algo impersonal, como «pensamiento puro», independiente de sus orígenes históricos y humanos. A menudo se enseñacomo si de hecho fuese así. Pero la ciencia es una empresa humana de principio a fin, un proceso de crecimiento orgánico, evolutivo, humano, con hallazgos repentinos y períodos de estancamiento, y también con extrañas desviaciones. Se desarrolla a partir de su pasado, pero nunca lo supera, del mismo modo en que nosotros tampoco superamos nuestra infancia. Cuando estábamos a punto de publicar esteensayo, la New York Public Library encargó a The New York Review la organización de una serie de conferencias de carácter monográfico. ¿Por qué no aprovechar la idea de Oliver sobre los momentos olvidados y desconocidos de la historia de los descubrimientos científicos? Nos dirigimos a algunos de nuestros principales colaboradores en temas científicos, y les pedimos que escribiesen sobrecualquier anécdota o tema que, en su opinión, fuesen dignos de recordar por sus usos o implicaciones en la propia historia de la ciencia. Ampliamos también esta petición a algunos de los científicos y divulgadores que, a nuestro juicio, destacaban por el rigor y por la lucidez de sus escritos, así como por su capacidad para relacionar los descubrimientos científicos con su momento histórico y con sus...
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