historias
Francisco Herrera Clavero y Mª Inmaculada Ramírez Salguero
Dpto. de Psicología Evolutiva y de la Educación
Universidad de Granada
1. CONCEPTOS Y TEORÍAS
Desde la década de los sesenta, han sido numerosas e intensas las propuestas de teorías, investigaciones y programas de intervención, con el objetivo de mejorar la capacidad cognitiva de losestudiantes. Es un hecho que la capacidad para adquirir y utilizar la información se puede mejorar entrenando las estrategias de procesamiento que se precisan. La psicología cognitiva ha puesto de manifiesto, sin negar por ello la existencia de un componente básico de carácter individual, que la inteligencia es una capacidad fundamentalmente dinámica y flexible, a saber, es sobre todo unacapacidad para pensar y aprender. Esta capacidad opera a través de una serie de habilidades, estrategias, tácticas y técnicas cuya adquisición se puede manipular y mejorar. Sin embargo, frente al notable interés que la investigación y la práctica educativa ha dispensado al entrenamiento de las habilidades intelectuales, también es notable la decepción generada por los programas enrelación con el impacto real que ejercen sobre el rendimiento de los estudiantes (Derry y Muphy, 1986). Como ya sugiriera Sternberg (1983) hace unos años, una parte de la pobreza de los resultados observados se debe a la falta de una teoría coherente y comprensiva sobre el desarrollo de las habilidades que caracterizan el comportamiento inteligente de los estudiantes...
Por otra parte, losprogramas de intervención, continúa Sternberg, deberían orientarse tanto al desarrollo intelectual como al desarrollo de la motivación de los estudiantes y, además, deberían relacionar la enseñanza que se imparte en la escuela con los comportamientos de los individuos en la vida real.
La preparación de los estudiantes como aprendices autónomos, creativos y con capacidad para resolver problemasrequiere un número considerable de estrategias cuyo entrenamiento puede ayudar de manera notoria a atenuar las dificultades para aprender, particularmente, en el caso de los estudiantes menos dotados y con peor rendimiento. (Justicia, 1999:161).
Como dicen Maclure et Al. (1998:11), el homo sapiens puede pensar sin que se le haya enseñado formalmente a hacerlo. Pensar es como respirar:una actividad normal de todo ser humano normal. La vida cotidiana depende de la capacidad de pensar.
Depurar y agudizar las facultades del pensamiento ha sido siempre uno de los mayores objetivos de la educación formal, una meta básica de la enseñanza y del aprendizaje en todas sus disciplinas. El objeto de la educación es adquirir la capacidad para agrupar, manipular y aplicar lainformación, con el fin de comprender; y, por lo tanto, dominar una disciplina dada. En consecuencia, debe poder ayudar a pensar y hacerlo con un fin determinado.
Asimismo, se supone que al aprender a usar eficazmente el poder del pensamiento a través de las disciplinas de estudio del programa académico y práctico, se benefician otros aspectos de la existencia humana: otras formas de resolverproblemas en contextos diferentes.
Pues bien, a continuación se analizarán las teorías más relevantes al respecto, destacando particularmente los trabajos de De Bono (1973), Feuerstein (1954-1991), Gardner (1983-1999) y Sternberg (1985-2000), quienes se apoyan, por una parte, en la visión cognitiva de la inteligencia, cuyo punto central es su modificabilidad, dando especial relieve a lainstrucción, como vehículo más importante para provocar el cambio en la capacidad intelectual; por otra parte, en la aproximación constructivista del aprendizaje de base piagetiana y vygotskyana; por otra parte, en la visión psicosociológica de la experiencia en el aula, del entorno de aprendizaje, y, finalmente, en el procesamiento adecuado de la información.
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