Identidad Nacional Y Cambio Cultural En Costa Rica
durante la segunda mitad del siglo XX
Iván Molina Jiménez
RESUMEN
El artículo se propone analizar la transición social y cultural de la Costa Rica de la segunda mitad del siglo XX. Un conjunto de cambios, algunos de ellos muy profundos, que provocan que el costarricense de inicios del siglo XXI, cuando se mira al espejo, podría noreconocerse. La transición que la sociedad costarricense experimenta en su cultura, valores, vida cotidiana e identidad, provoca que, pese a los logros sociales y económicos, el costarricense, al mirarse, ya no se reconozca: es un país que, para utilizar los versos de Machado, “pasó”, pero “no ha sido”.
Introducción
El periódico La Nación, en su edición dominical del 21 de febrero de 1999, publicó unextenso artículo titulado “Ticos hacia el 2000”, en el cual ofrece los resultados de una encuesta de opinión sobre las actitudes y los puntos de vista de los costarricenses en vísperas del próximo siglo. Esta información, que fue titular de primera plana, viene ilustrada con una amplia foto, en la que se ven dos varones y dos mujeres de rostros muy serios, cuyo vestuario permite asociarlos condistintos trasfondos sociales: una estudiante, un campesino, un ejecutivo y un ama de casa. Las cuatro personas que sirvieron de modelos, sin embargo, comparten una característica común: todas son de piel blanca, y dos incluso exhiben una rubia cabellera.
La composición étnica de la foto de La Nación, en la que están ausentes los ticos de origen afrocaribeño, asiático, indígena y mulato, hubieratranquilizado sin duda a Clodomiro Picado, el más destacado científico costarricense del siglo XX, quien en mayo de 1939 publicó una carta en el Diario de Costa Rica en la cual sostenía:
“¡NUESTRA SANGRE SE ENNEGRECE!, y de seguir así, del crisol no saldrá un grano de oro sino un pedazo de carbón. Puede que aún sea tiempo de rescatar nuestro patrimonio sanguíneo europeo que es lo que posiblementenos ha salvado hasta ahora de caer en sistemas de africana catadura, ya sea en lo político o, ya en aficiones que remedan el arte o la distinción, en tristes formas ridículas.”
La preocupación de Picado en 1939 y la foto de La Nación de 1999 son dos expresiones claras y directas de la identidad nacional configurada por los políticos e intelectuales liberales en la Costa Rica de fines del sigloXIX. La imagen de una república agrícola, igualitaria, pacífica y blanca, aunque ubicada en una geografía equívoca (es decir, no en el corazón de Europa, o por lo menos cerca de Chile, Argentina o Uruguay, sino a la par de la “plutónica” Nicaragua), es una construcción cultural que se resiste a desaparecer, pese a los decisivos cambios experimentados por la sociedad costarricense a partir de 1950.1. La Expansión Urbana
La Costa Rica de inicios de la década de 1950 era esencialmente rural: el 66,5 por ciento de la población vivía en el campo y, en términos ocupacionales, el 55 por ciento de las personas económicamente activas, laboraban en el sector primario, sobre todo en la agricultura. La vida cotidiana era definidamente local y, fuera de movimientos migratorios impulsados por losprocesos de colonización agrícola o una fuerte oferta de empleo asalariado (particularmente en el caso de las compañías bananeras localizadas en Puntarenas y Limón), los costarricenses se desplazaban poco y su lugar de trabajo solía estar cerca de su vivienda.
La capital del país, San José, todavía no alcanzaba los 90.000 habitantes en 1950, en tanto que los cascos centrales de Alajuela, Cartago yHeredia albergaban, cada uno, menos de 15.000 almas, y las ciudades menores tendían a oscilar entre 2.000 y 5.000 personas. El conocimiento personal entre sus moradores era una de las características básicas de estos pequeños universos urbanos: dominados por edificaciones de una sola planta, con sus escuelas, cantinas, iglesias, plazas, cines, mercados, oficinas públicas y fábricas y talleres...
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