indigenismo
la búsqueda de un pasado auténtico
ANTHONY D. SMITH
London School of Economics
El nacionalismo nos enfrenta con una paradoja fundamental. Por un lado, los nacionalistas intentan "construir" naciones, crear insti- tuciones modernas, integrar poblaciones dispares y forjar culturas nacionales participativas; por otro lado, ellos están siempre invocando el pasadonacional, volviendo atrás hacia una era de supuesta gloria, hacia viejos héroes y épocas distantes, en la tierra natal. De aquí el consabido "carácter de Janus" del nacionalismo, y la tendencia a descartar ese nativismo arcaizante como no más que una retórica narodnik para recorrer el doloroso camino hacia un modernismo occidental mas accesible a la masa de la población1.
Pero, esta forma dedescribir la paradoja minimiza su significado. Los. nacionalistas no son simplemente visionarios "forjadores de naciones" y narodnnks arcaizantes; ellos construyen naciones, o intentan hacerlo, retornando hacia un pasado nativo. Su indigenismo arcaizante es un elemento integral del proceso de formación de naciones. El retorno al pasado tampoco es una cuestión de "un paso atrás para luego adelantardos". La creación de una nación es un proceso continuo, un proceso incesantemente renovado, que requiere un constante regreso a las fuentes de la energía cultural nativa y, por ende, al pasado étnico popular. Este es un componente esencial del programa del propio nacionalismo, y un secreto de su éxito.
Creando un "pasado nacional"
Podemos ir más lejos aún. El retorno al pasado étnico no essolamente necesario para "construir la nación"; el proceso de formación de una nación crea un pasado en su propia imagen. El presente y sus necesidades conforman un pasado adecuado a sus preconceptos. En términos generales, esto significa que, para tener éxito en su proyecto creativo, un movimiento nacionalista determinado debe:
crear una antigÜedad comunal lo suficientemente digna;
descubrir ocrear mitos y tradiciones adecuados;
construir una "comunidad étnica" apropiada.
Estos tres requisitos están fuertemente entrelazados; y ello puesto que el sentido específico según el cual una comunidad es considerada como constituidora de una etnia lo constituyen precisamente sus su- puestos nexos de origen, la creencia subjetiva en una comunidad cuyos miembros están unidos por una herenciacultural y una ascendencia genealógica común; todo esto a su vez presupone un fondo de mitos y tradiciones compartidos que se remontan hacia la era distante, arcaica, del nacimiento de la comunidad y su grandeza heroica.
Estos procesos interconectados de formación de una etnia, creando un pasado colectivo digno y descubriendo mitos, símbolos y tradiciones apropiados, pueden ser ilustrados conejemplos de varios continentes.
En 1896, la "renacida" nación magiar decidió celebrar su milenio de existencia colectiva en Europa. Al conmemorar la fundación de los asentamientos magiares por su heroico jefe, Arpad, y la subsiguiente creación del reino húngaro por San Estéfano, la etnia magiar dominante en la monarquía dual del trono húngaro estaba simultáneamente demarcando su futuro político yeconómico como una sociedad mo- derna, vibrante, y basando ese mismo futuro en un pasado a la vez antiguo y comunal. Los grandiosos tableaux vivants históricos, las procesiones, las dramáticas pinturas históricas de Gyula Benczur y Ferenc Eisenhut, el inmenso Panorama de Feszty describiendo la conquista de los eslavos por las tribus magiares en el siglo IX, el Parlamento y otros edificios públicos deYbl y Lechner, especialmente el clásico e imponente Monumento Milenario (1894) en la Plaza de Héroes, diseñado por Gyorgy Zala, con sus jefes magiares montados bajo la colosal columna de la victoria; todo ello evocaba un sentir de renacimiento nacional, de una antigua comunidad que retorna a sus raíces en busca de inspiración al encarar las futuras tareas de "construir una nación"2.
Con toda...
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