James Short
Este caso ha sido preparado para servir de base de discusión, y no como ilustración de la
gestión, adecuada o inadecuada, de una situación determinada.
Para uso exclusivo del ICAMI.
Prohibida la reproducción.
Monterrey, N. L., Enero de 2001.
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A principios de 1953, David C. Davis, un consultor de Dirección, recibió una llamada
telefónica de su amigo James A. Short,vicepresidente ejecutivo de la Hudson
Corporation, solicitando una entrevista personal al final del día. Aunque Mr. Davis tenía
por la tarde algunos compromisos sociales que deberían ser reajustados, le encantaba
atender la petición de Mr. Short ya que él mismo había estado a punto de concertar una
entrevista entre ambos.
Mr. Davis creía poder adivinar lo que Mr. Short traía entre manos. Aproximadamente sieteaños antes, cuando empezó a conocer de cerca a Mr. Short, Mr. Davis había ayudado a
este último a encontrar un nuevo empleo, cuando se despidió violentamente de la Hudson
Corporation. Mr. Short había sido convencido para que volviese a esta empresa unos dos
años más tarde. El nuevo trabajo en la Hudson Corporation constituía una importante
mejora en términos de remuneración, responsabilidades biendefinidas, autoridad y la
asignación de una posición que claramente lo colocaba como el segundo en la jerarquía
de la empresa. Mr. Davis sabía que la situación había progresado satisfactoriamente,
desde el punto de vista de Mr. Short, en los años posteriores a su vuelta, aunque
recientemente había tenido noticias, de modo indirecto, de que algunas de las antiguas
dificultades habían surgido denuevo entre Mr. Short y el presidente.
La reunión entre los doce comenzó poco después de las cinco de la tarde en el club de
Mr. Davis y continuó a lo largo de la cena hasta tarde. La información que sigue, junto con
los puntos que se reproducen de las conversaciones, fue puesta por escrito por Mr. Davis
a petición de un redactor de “casos” de la Harvard Bussiness School, poco después de
realizadala entrevista. El caso fue confirmado para su exactitud y discreción con Mr.
Short por Mr. Davis.
Mr. Short inició la conversación, en cuanto llegó, diciendo: “Espero sepas de qué se trata:
J.G. (presidente de la Hudson Corporation) no deja de meterse en medio, y si me marcho
esta vez será para siempre. Por eso quiero pensarlo de antemano un poco más de lo que
lo hice la última vez.
Mr. Davissonrió: “¿Cuánto tiempo puedes aguantar? Pareces enfadado”.
“Lo estoy”, replicó Short, “pero me las he arreglado para acabar la jornada y venir aquí sin
un arreglo tajante. Estamos en la noche del viernes; afortunadamente tengo un fin de
semana por delante. Además, he recibido recientemente dos buenas ofertas que están
pendientes de mi respuesta”.
“Eso puede ayudar”, dijo Davis. “A eso hay que añadirque yo tengo una tercera oferta
especialmente elaborada para que te atraiga, acerca de la cual tenía planeado verte la
próxima semana. ¿Quieres que pasemos al comedor para hablar sobre todo esto durante
la cena?”.
Acomodados en la mesa, Mr. Davis rogó a Mr. Short le pusiera al corriente sobre lo que
había ocurrido en la Hudson Corporation desde su última entrevista, aproximadamente
seis mesesantes. “Creí que todos tus problemas habían quedado bien resueltos. Por lo
menos no expresaste ninguna queja entonces”.
SHORT: Ahí está lo malo. Todo estaba claro hasta hace 12 o 15 meses. Desde entonces
J. G. ha ido dificultando mi trabajo: aplazando decisiones que le presentaba – decisiones
que requerían su aprobación rápida, para que valiera la pena ponerlas en práctica -,
discutiendo muchas demis decisiones menos importantes que he estado llevando a cabo
hace años sin objeción por su parte, sólo como una expresión de su afán de meterse en
todo; haciendo más y más sugerencias sobre cómo debo dirigir al personal, sugerencias
que sabe de sobra que no aceptaré. Estas sugerencias hacen referencia a la forma en
que él trata a la gente, que es un sistema que nunca he usado ni usaré.
Bien, así...
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