jojo
análisis del yo (1921)
Freud. S., Obras Completas T. XVIII
I. Introducción
La oposición entre psicología individual y psicología social o de las masas,1 que a primera vista quizá nos parezca muy sustancial, pierde buena parte de su nitidez si se la considera más a fondo. Es verdad que la psicología individual se ciñe al ser humano singular y estudia loscaminos por los cuales busca alcanzar la satisfacción de sus mociones pulsionales. Pero sólo rara vez, bajo determinadas condiciones de excepción, puede prescindir de los vínculos de este individuo con otros. En la vida anímica del individuo, el otro cuenta, con total regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo, y por eso desde el comienzo mismo la psicología individual essimultáneamente psicología social en este sentido más lato, pero enteramente legítimo.
La relación del individuo con sus padres y hermanos, con su objeto de amor, con su maestro y con su médico, vale decir, todos los vínculos que han sido hasta ahora indagados preferentemente por el psicoanálisis, tienen derecho a reclamar que se los considere fenómenos sociales. Así, entran en oposición conciertos otros procesos, que hemos llamado narcisistas, en los cuales la satisfacción pulsional se sustrae del influjo de otras personas o renuncia a estas. Por lo tanto, la oposición entre actos anímicos sociales y narcisistas -autistas, diría quizá Bleuler [1912]- cae íntegramente dentro del campo de la psicología individual y no habilita a divorciar esta última de una psicología social o de las masas.En todas las relaciones mencionadas, con los padres y hermanos, con la persona amada, el amigo, el maestro y el médico, el individuo experimenta el influjo de una persona única o un número muy pequeño de ellas, cada una de las cuales ha adquirido una enorme importancia para él. Ahora bien, cuando se habla de psicología social o de las masas, se suele prescindir de estos vínculos y distinguircomo objeto de la indagación la influencia simultánea ejercida sobre el individuo por un gran número de personas con quienes está ligado por algo, al par que en muchos aspectos pueden serle ajenas. Por tanto, la psicología de las masas trata del individuo como miembro de un linaje, de un pueblo, de una casta, de un estamento, de una institución, o como integrante de una multitud organizada en formade masa durante cierto lapso y para determinado fin. Una vez desgarrado lo que naturalmente constituía un nexo único, parecería indicado considerar los fenómenos que se muestran bajo estas particulares condiciones como exteriorizaciones de una pulsión especial, ya no reconducible a otra: la pulsión social -herd instinct, group mind- que en otras situaciones no se expresaría. Pero podríamos sinduda objetar: nos parece difícil que deba adjudicarse al factor numérico una importancia tan grande, hasta el punto de que fuera capaz de suscitar por sí solo en la vida anímica una pulsión nueva, inactiva en toda otra circunstancia. Por eso nos inclinamos más bien en favor de otras dos posibilidades: que la pulsión social acaso no sea originaria e irreductible y que los comienzos de su formaciónpuedan hallarse en un círculo estrecho, como el de la familia.
La psicología de las masas, aunque sólo se encuentra en sus comienzos, incluye un cúmulo todavía inabarcable de problemas particulares y plantea al investigador innumerables tareas, que hoy ni siquiera están bien deslindadas. El mero agrupamiento de las diversas formas de constitución de masas, así como la descripción de los fenómenospsíquicos exteriorizados por ellas, reclaman un considerable despliegue de observación y de empeño expositivo, y ya han dado origen a una rica bibliografía. Quien compare este pequeño librito con el campo íntegro de la psicología de las masas tendrá derecho a sospechar, sin más, que aquí sólo pueden tratarse unos pocos puntos de tan vasta materia. Y así es: se abordan sólo algunas cuestiones en...
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