La cuestión social
La «Cuestión Social» en Chile. Ideas y
Debates precursores. (1804 - 1902)
2003 - Reservados todos los derechos
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Sergio Grez Toso
La «Cuestión Social» en Chile. Ideas y
Debates precursores. (1804 - 1902)
Presentación
El presente volumen, VII de la colección Fuentes para la historia de la república,
reproduce los escritos deun amplio abanico de chilenos que a lo largo del siglo XIX y hasta
los albores del siglo XX expresaron su preocupación por fenómenos que a partir de la
década de 1880 fueron conocidos bajo el nombre de «cuestión social».
La pobreza, miseria, marginación, exclusión y degradación de las grandes mayorías, las
desigualdades sociales, la relación entre las clases y el mantenimiento del orden socialson
los grandes temas abordados en estos textos por políticos, intelectuales, sacerdotes,
periodistas y líderes populares; temas de permanente actualidad.
Cuando Chile se apronta a ingresar al tercer milenio llevando a cuestas el pesado fardo
de una irresoluta «cuestión social», puede resultar útil una mirada a la evolución histórica
del fenómeno, a su conceptualización y a las solucionespropuestas por distintos actores de
la vida nacional. En un país acostumbrado desde hace un tiempo a conducirse sin mirar su
pasado, con un asombroso desconocimiento de su historia, con discursos dominantes
impregnados de exitismo, autosuficiencia y escasa capacidad autocrítica e introspectiva, la
historiografía vive relegada en el ghetto del mundo académico. Sin posibilidades de serconsiderada como un elemento importante en la formulación de propuestas y proyectos, en
la toma de decisiones y en los -en realidad escasos y poco interesantes- debates de la vida
nacional. Las élites dirigentes parecen empecinadas en mantener y acrecentar el «hoyo
negro» de la memoria histórica del país, especialmente en lo relativo al último cuarto de
siglo. Un silencio cómplice se cierne sobre losaspectos ariscos y poco edificantes de
nuestro pasado. ¿Será acaso una exigencia de la ansiada modernización, una condición para
el logro del obsesivo consenso nacional?
Sin duda los historiadores tienen una cuota de responsabilidad en esta ingrata realidad.
La relación activa entre el pasado y el presente no emerge en muchas de sus obras; la
erudición documental, la maestría metodológica nosiempre logran restituir la intriga y el
calor de la vida; rara vez se cumple la pauta propuesta por Georges Duby:
«[el historiador]... debe controlar sus pasiones sin degollarlas y cumple tanto mejor
su papel que se deja, por aquí y por allá, llevar un poco por ellas. Lejos de alejarlo de la
verdad, éstas tienen la posibilidad de acercarlo más. En vez [8] de la historia seca, fría,impasible, prefiero la historia apasionada. No estoy lejos de pensar que ella es más
verdadera».
Pero el que esté libre de culpas que lance la primera piedra...
En lo formal, debemos señalar que la mayoría de los textos que presentamos en este
volumen fueron publicados originalmente en libros, folletos y artículos de prensa. En dos
casos se trata de memorias de prueba para optar a títulosuniversitarios que, posteriormente,
fueron objeto de una publicación. El manuscrito de Vicuña Mackenna ha permanecido
hasta ahora inédito.
Por fidelidad al pensamiento de sus autores hemos optado por incluir sólo obras
íntegras, sin omitir ni cambiar encabezamientos, subtítulos, división en capítulos, notas u
observaciones. Cuando nos ha parecido necesario inventar un título, lo hemos señalado. En
lasocasiones que hemos creído útil introducir una nota explicativa al pie de la página,
hemos explicitado nuestra autoría. En cada caso se indica la fuente primaria de donde
fueron extraídos los escritos, casi siempre el manuscrito original o la primera edición. A
veces se señala también la segunda edición. Cuando esos documentos han sido objeto de
otras compilaciones, lo hemos mencionado, a...
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