La economia
A comienzos de la década de los 90 todavía las empresas consideraban a los trabajadores como un costo y los trataban del mismo modo que a éstos, aplicando reducciones. Pero avanza ladécada y las empresas se dan cuenta que es necesario darle la debida importancia a las capacidades, habilidades, comportamiento y la energía de los empleados. Cuando los directivos buscan medios paralograr una ventaja competitiva, entonces la forma de considerarlos evoluciona, al menos en la jerga empresarial, como una parte del activo de la empresa en donde se clasifican y se miden por variosmodelos desarrollados para evaluarlos, aún en una forma subjetiva. En cierta forma el reconocer el capital humano como un activo2 y no como un costo eleva su rango y reconoce su valor para el éxitoempresarial, pero no refleja el modo en que se comportan los individuos o aquel que cabe esperar de los empresarios en su trato con ellos.
Thomas Davenport3 nos hace reflexionar que cuando la demandade trabajo es muy elevada, los empleados, que son los propietarios del capital humano, ocupan una posición dominante en el mercado, no se conducen en modo alguno como activos, se comportan comopropietarios de un valioso bien, lo aportan cuidadosamente y exigen un valor a cambio de su contribución. En realidad las personas en una empresa no constituyen un costo, factores de producción ni bienes,sino son inversores en un negocio que invierten su capital humano y esperan conseguir un beneficio por su inversión.
La tesis de los trabajadores como inversores desarrollada por el autor antesmencionado hace que los directivos de una empresa adopten esta metáfora y no se preocupen por reducir, contener y desplegar sus efectivos. Invertirán su propio capital humano determinando el modo deconseguir unos trabajadores-inversores indispensables; personas que obtengan tal valor de la organización y entreguen tanto a cambio que la compañía no podrá sobrevivir y menos aún prosperar sin ellos. 4...
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