La Edad De Oro De La Ciencia Ficción
CIENCIA FICCIÓN I
Isaac Asimov
(recopilador)
Isaac Asimov
Título original: Before de Golden Age
Traducción: Horacio González
© 1974 Doubleday & Company Inc.
© 1976 Ediciones Martínez Roca S. A.
© 1986 Ediciones Orbis S.A.
ISBN: 84-7634-477-5
Edición digital: Sugar Brown
Revisión: Sadrac
A Sam Moskowitz, a mí mismo y a todos los
demás miembros de «FirstFandom»
(aquellos dinosaurios de la ciencia-ficción)
para quienes una parte del encanto desapareció del mundo en 1938.
ÍNDICE
Introducción, por Isaac Asimov
PRIMERA PARTE: 1920 a 1930
SEGUNDA PARTE: 1931
El hombre que evolucionó, Edmond Hamilton («The Man Who Evolved» ©1931)
El satélite Jameson, Neil R. Jones («The Jameson Satellite» ©1931)
Submicroscópico, Capitán S.P. Meek(«Submicroscopic» ©1931)
Awlo de Ulm, Capitán S.P. Meek («Awlo of Ulm» ©1931)
Tetraedros del espacio, P. Schuyler Miller («Tetrahedra of Space» ©1931)
El mundo del sol rojo, Clifford D. Simak, («The World of the Red Sun» ©1931)
Introducción
Para muchos lectores de ciencia-ficción que ya han llegado a la madurez, hubo una
Edad de Oro de la Ciencia-Ficción, en mayúsculas.
Esa Edad de Oro comenzó en1938, cuando John Campbell llegó a ser director de
«Astounding Stories» y transformó tanto la revista como el mismo género en algo más
próximo a sus íntimos deseos. Durante la Edad de Oro, Campbell y la revista que dirigía
dominaron tan plenamente la ciencia-ficción, que leer «Astounding» equivalía a
conocer todo el género.
En ese sentido, la Edad de Oro se prolongó hasta 1950, cuando,abordaron la
especialidad otras revistas como «Galaxy» y «The Magazine of Fantasy and Science
Fiction». A su modo, las personalidades directoras de H. L. Gold y Anthony Boucher
eran tan fuertes como la de Campbell, con lo que el campo creció y se diversificó. En
muchos sentidos mejoró aún más cuando desbordó las revistas e invadió los libros, las
ediciones de bolsillo y los medios de comunicaciónelectrónicos.
Para entonces, el lector individual ya no podía asimilar todo el género. Éste se hizo
demasiado amplio para que uno pudiera hacer algo más que arañarlo. La Edad de Oro,
en que toda la ciencia-ficción estaba al alcance del lector, había concluido.
Durante la Edad de Oro, las cosas me fueron muy bien, pues estuve entre los primeros
autores nuevos que Campbell descubrió, y sé concerteza que no hubo otro por quien
mostrase un interés tan personal y paternal. Mi libro The Early Asimov (Doubleday,
1972) es al mismo tiempo mi tributo a aquellos años y mi homenaje a John.
Pero olvidemos la Edad de Oro con mayúscula y vayamos a algo más personal. Para
quien haya vivido una vida no del todo desastrosa, existe un halo multicolor que baña la
época de los diez a los veinte años.Los recuerdos de la primera década, es decir, del
período anterior a los diez años, son confusos, inciertos e incompletos. Al comenzar la
tercera década, después de los veinte años, la vida se llena de responsabilidades adultas
y se convierte en una carga. Pero la segunda década, la de los diez a los veinte años, es
dorada; en esos años conocimos la felicidad.
La segunda década es la edad deoro de cada persona. El recuerdo de la vida tal como
era entonces nos parece, sencillamente, lo que debería ser siempre. Para cualquier lector
de ciencia-ficción, el oro de la segunda década de su vida ilumina las narraciones que
leyó en esa época. Por eso, oigo con frecuencia a entusiastas treintañales hablar de «la
edad de oro de la década de los 50». Si logro alcanzar una edad razonable,realmente
espero escuchar a algún maldito chiquillo hablándome de «la edad de oro de la década
de los 70». (Me levantaré de la silla de ruedas y lo azotaré con mi bastón.)
Bien, ¿qué diré de mí mismo? Mi edad de oro (con minúsculas) se remonta a los años
30. Me refiero a la década inmediatamente anterior a la Edad de Oro (con mayúsculas),
que resultó gloriosa para mí... y para todos, pues fue...
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