La eutanasia y eugenesia y la etica
Desde una perspectiva ética estricta, el problema de la eutanasia se nos plantea en función de los conceptos de firmeza y de generosidad.- Pues la firmeza y la generosidad se mantienen precisamente en los puntos de conexión entre el individuo y la persona. Cuando suponemos dada una situación de «desconexión total e irreversible» del individuo y de la persona, y refiriéndonosúnicamente a este individuo, parece evidente la imposibilidad de aplicar al caso ningún tipo de virtud ética, ni la firmeza, ni la generosidad. ¿Cómo podríamos ser generosos –a fin de cooperar a su firmeza, «según el dictamen de la razón»– con el individuo que está despersonalizado o degenerado por un coma profundo irreversible? En esta situación, no son tanto los valores éticos, cuanto los valores moraleso jurídicos o estéticos o económicos aquellos que podrán entrar en acción. Podría justificarse mantener en la vida al enfermo terminal irreversible no ya por motivos éticos, sino científicos (para «experimentar» biológica, psicológica o incluso sociológicamente); pero estos motivos se considerarán anti éticos, como se consideran anti éticas las vivisecciones (es la disección de un animal cuandoaún está vivo). Podría ocurrir que la decisión en pro de la eutanasia tuviera motores económicos o bien estéticos: evitar el horror de la experiencia, no ya del sufrimiento del enfermo –suponemos que la medicina puede aliviar el dolor– sino de su aspecto, de su impacto en quienes le rodean. Cuando el individuo no se encuentre en situación des-personalizada, el problema de la eutanasia puedeplantearse formalmente en términos éticos. Por ejemplo, y desde nuestros supuestos, el deseo de morir, reiteradamente expresado por una persona que sufre depresión, o alguna enfermedad o lesión grave, no constituirá motivo ético suficiente para administrarle la eutanasia, pues nuestra generosidad tendría que dirigirse a restaurar su firmeza «según el dictamen de la razón». Es el mismo motivo por elcual, en situación de despersonalización irreversible, la administración de la eutanasia no puede atribuirse a la generosidad sino, a lo sumo, como hemos dicho, a la propia firmeza de quien la administra. Hay otro contexto de una gran significación ética en el que la eutanasia puede ser considerada: es el contexto en el cual la eutanasia se nos presenta como una posible alternativa a la llamadatradicionalmente «pena de muerte». Estaríamos aquí ante una de las modulaciones de la idea de eutanasia en la que se nos presentaría en la forma de un ejercicio de la virtud de la generosidad por parte de las personas que envuelven al «responsable libre» de un crimen horrendo
sustentos religiosos, consideran que la muerte representa el fin de la existencia y por ello se le ve con temor.
La idea dedefender a toda costa la vida, se piensa que la decisión más grave e irracional que puede tomar un ser humano es poner fin a su existencia.
En la religión cristiana y católica, a diferencia del budismo y otras creencias de origen oriental, se afirma que la vida es un regalo de Dios por lo que sólo es él, quien debe decidir hasta qué momento a una persona le corresponde vivir, o si ésta tieneque sufrir una dolorosa enfermedad para poder conseguir la gracia eterna.
Haría falta algo más que la compasión con el otro, para justificar moralmente estas acciones, pero en una circunstancia particular pueda la simple conmiseración con el otro ser un argumento suficiente, para ponerla dentro del derecho, es decir para verla o como una práctica despenalizada bajo ciertas circunstancias odirectamente como un derecho que asiste a los moribundos es algo diferente. Para hablar de la eutanasia como derecho algunos tienden a pensar que la vida deja de tener valor en ciertas circunstancias, y que por lo tanto es perfectamente válido terminar con ella, otros creen que es un corolario del derecho a la autodeterminación de las personas.
La manera en la cual tratamos a los enfermos terminales...
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